diumenge, 30 d’octubre del 2011

Capítulo 120: Te echo de menos

En casa pasaron el resto de los días... no tenía nada que hacer así que los pasé encerrado. El lunes también salí pero sólo por la tarde, tenía miedo de cometer el mismo error. De que se me cruzaran los cables otra vez y de besar a alguna otra chica... y luego arrepentirme.
Anna volvía el martes. La verdad es que la necesitaba. Necesitaba hablar con ella, volver a tenerla para mí solo y oír su risa y sus tonterías... la echaba mucho de menos. No volví a pensar más en Miki. Prefería centrarme en que Anna se lo estaba pasando bien en otro país, me daba igual su compañía. Así que ese mismo martes me llamó. Eran las cinco de la tarde, más o menos. Yo estaba sentado en el balcón, con el móvil en una mano y los auriculares en la otra. Tenía pensado escuchar un poco de música pero su llamada interrumpió todos mis esquemas:
-¿Anna?-contesté. El pulso me iba a cien por hora. Necesitaba oír su voz otra vez. No podía esperar un segundo más.
Dani!-Al oírla, suspiré. Fue como cuando te quitas un gran peso de encima. Me sentí aliviado y feliz.
-¡Mi amor! ¡Cuánto te echo de menos!-le dije colocando mi mano en mi frente.
-Ay Dani no me digas eso, que voy a llorar...-contestó. Le temblaba la voz, igual que a mí.
-¿Por qué?-le pregunté.
-Dan.ni...-de pronto, su voz se cortó. Sólo había un silencio que me puso otra vez nervioso. Empecé a oír sus sollozos. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba llorando.
-Cuqui... no llores... que ya estás en casa... ya ha pasado todo...-susurré para tranquilizarla. Estuve unos minutos más en silencio, escuchando su llanto. Cerré los ojos para no hacer lo mismo. Mis lágrimas me pedían salir a gritos pero logré contenerme. Era escucharla a ella, y pensar en todo lo que la había echado de menos, en los días que había pasado solo, en las tonterías que había hecho... Finalmente, recuperó la voz:
-L.lo siento Dani... no quería llorar pero no me he podido aguantar. Necesitaba desahogarme. Tengo tantas ganas de verte... mañana vengo. Cojo el ave y allí me planto. Miki vuelve a trabajar, ya se le han acabado las vacaciones. Está con su obra de teatro y mañana tiene que quedarse en Barcelona todo el día ensayando.
-¿En serio? Pero Anna, ¡eso es perfecto!! Voy a ir a recogerte. Me llamas y allí estaré, ¿vale?-le dije.
-Genial.-dijo. Estuvimos hablando mucho más rato. Le pregunté por el viaje, pero no quiso explicarme nada. La noté muy cansada. No le conté nada de lo que había hecho. Sólo hablamos de lo mucho que nos habíamos echado de menos. Al colgar, me di una ducha y miré la hora. ¡Habíamos estado hablando durante tres horas! Aún así, se me había hecho muy corto. El resto del día pasó lentamente hasta que llegó la hora de acostarme.

El miércoles me levanté temprano. Me vestí y desayuné con ganas. Me puse unos tejanos y un polo negro con las converse a conjunto. Había quedado con Anna a las diez y ya llegaba tarde. Cogí el coche y fui a recogerla. Al llegar, me la encontré sentada. Hacía tiempo que estaba allí, lo adiviné por su cara. Llevaba unos shorts tejanos, su camiseta marinera y el pelo recogido en una cola. Fui corriendo hacia ella. Al oír mis pasos, se giró y me miró sorprendida. Se levantó rápidamente y abrí mis brazos para abrazarla fuertemente. Por fin la tenía pegada a mí, y la empujé aún más hacia mí.
-Dios... cómo deseaba hacer esto...-le susurré al oído. Noté su sonrisa en mi cuello mientras olía su perfume. Me rodeó el cuello con sus manos y me empujó también hacia ella. No paraba de besarle la mejilla. Sabía que estábamos en un sitio público y que nos podrían ver, pero me daba igual. Necesitaba tanto besarla, abrazarla y achucharla que no podía pensar en nada más.
-Hola mi amor.-me susurró ella. Estuvimos mucho rato allí, de pie, abrazándonos entre la multitud. Era como si el tiempo se hubiera parado. Notaba que la gente nos rozaba, cada persona andando hacia su destino, y yo, sólo tenía ojos para ella. Nuestra conversación fue escasa. Casi no hablamos. Ambos sabíamos lo que queríamos así que estuvimos todo el rato demostrándonos el cariño que teníamos guardado. Tenía mis labios pegados a su cuello y la agarré por la cintura para pegarla más a mí.
-Vámonos.-me dijo de repente. La miré a los ojos, le brillaban, tal y como me había imaginado esa misma noche. Ese día la veía especialmente guapa. La cogí de la mano y la llevé hasta el coche. Nos sentamos delante y, al cerrar las puertas, rápidamente, la volví a coger. Le cogí la cara con mis manos y, por fin, la besé. Presioné mis labios contra los suyos hasta abrir su boca con la mía. Me demostró las ganas que tenía de besarme ella también. Entrelazó su lengua con la mía y continué besándola, con mis manos aún en su cara. No veía el momento de acabar ese beso. Es increíble, la manera en que la he echado de menos, pensaba mientras saboreaba sus labios. Quiero quedarme así, el resto de mi vida.

5 comentaris:

  1. Oh dios.. la espera ha valido muchísimo la pena.. ¡Me he emocionado con el reencuentro y todo! Mira que soy pava.. jaja. ¡Gran gran gran cap! Te sales Claudia. Ahora sólo puedo decir.. ¡NEXT! ;3

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  2. OOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!! X fin!!!!!!!!!!!!!!!!! X fin!!!!!!!!!!!!! Ahora tienes q escribir el siguienteeeeeeeeeeee el siguienteeeee! jajaja Vengaaaaa! ^^
    ADIOOOS! CAPITULAZO SEÑORAS Y SEÑORES! la virgeen....
    Madre mia! q maquinaaaa! ;)

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  3. wooooooooow increíble!! como dicen por aquí, la espera ha merecido la pena (pero no me hagas más esto, sube cap más seguido eh jaja) de verdad! me encanta como lo describes, te has superado, de la manera que lo has hecho sentía que yo estaba en ese aeropuerto mirándoles atentamente! me alegro de que se hayan reencontrado, y espero que no se separen más!!!

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  4. Dios, genial! Te comento con el usuario de clase porque no puedo esperar a cerrar y abrir otro :D Siguiente, me encanta!

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  5. Madre mía, capítulo perfecto perfecto!! Me ha encantado!!! Siguienteee ;)

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