diumenge, 31 de juliol del 2011

Capítulo 31: Control

Estaba apoyado en la pared de la entrada del plató cuando sentí que alguien me daba un beso en la nuca. Me giré y la vi con una sonrisa tonta en la boca. Yo también sonreí y le respondí con otro beso en el cuello.
-Guapa.-le dije mirándola. Cerró los ojos y volvió a sonreír, ahora sin enseñarme los dientes. La agarré de la cintura y la acerqué a mi.
-Eeh, que tenemos que preparar la entradilla...-me dijo.
-¿Lo dices enserio?-le dije poniéndome serio.
-¿Tu qué crees?-me dijo sonriendo y acercándose a mi. Me miró los labios y me los mordió.
-Bfff... Anna... no voy a poder resistirme...-le dije mirándola con deseo.
-Lo sé. Tenemos que controlarnos...-me dijo tocándome la parte del labio que me había mordido.-Ui, si te he dejado pintalabios...
-Jajaja. Si, tenemos que controlarnos.-le dije y nos separamos un poco. Preparamos la entradilla y nos colocamos bien ya que nos avisaron de que el programa estaba a punto de empezar. Cuando empezó nos sentamos y nos mirábamos todo el rato. Ese día nos costó mucho seguir el guión... Cada vez que hablábamos, uno de los tres se reía y cambiábamos de tema. Cuando hablaba Anna yo no paraba de mirarla y viceversa. Hasta que a la mitad del programa, yo estaba mirándola embobado y Flo me miró y se puso serio haciéndome un gesto de "ya basta...". Lo pillé enseguida y me concentré. Por mucho que me costó no miré tanto a Anna y ella al verlo tampoco me miró tanto.
Fuimos al Ranking. Por suerte ese día no entraron ni Anna ni Romina. A la mitad del Ranking nos fuimos a publicidad. Yo salí de la zona del Ranking, le heché una miradita a Anna y me fui al baño. Al entrar oí que alguien me había seguido. Me giré y allí estaba ella mirándome de arriba a bajo con cara de deseo. Yo le hice una sonrisa pícara y se acercó a mi.
-Ui, Dani... qué casualidad que nos encontremos en el baño...-dijo con ironía.
-Jajaja qué teatrera eres... Si, seria casualidad si no fuera porque este es el baño de hombres...-le dije riéndome.
-Ups, ¡es verdad! No sé qué me ha pasado...-dijo con la misma ironía.
-Pues que me echabas de menos.-le dije acercándome más a ella.
-¿Seguro?-dijo sonriendo.
-Pero no tanto como yo a ti...-le dije agarrándola de la cintura y empujándola hacia mi.
-Ah, eso me gusta más.-me dijo mirándome la boca. La besé efusivamente y ella respondió con el mismo entusiasmo. Me acarició la espalda hasta poner sus manos dentro de mi camiseta y darme un escalofrío. Nos paramos de besar, me miró y sonrió.
-Vamos que no tardarán en venirnos a buscar...-dije sonriendo.
-Tienes razón... me marcho yo primero.-dijo. Y se fue. Al cabo de un rato, salí yo y volví al plató. Continuamos con el Ranking y al acabar despedimos el programa porque ya se nos había hecho tarde. Me fui a mi camerino, y me estaba cambiando de camiseta cuando entró Anna... qué oportuna, pensé. Observó mi torso en silencio y la miré. Sonreí al ver cómo me miraba y se acercó a mi. Me dio un pico y me dijo que se iba.
-¿Qué haces esta tarde?-le pregunté.
-Tengo que ir a depilarme jajaja...-me dijo riéndose. ¿Eso era una indirecta? Preferí no comerme el coco.
-Jajaja, está bien... Nos vemos mañana.-le dije y me fui a casa. Me costará estar tanto tiempo sin ella... pensé.

Capítulo 30: Miradas y sonrisas

Después de salir de su casa me quedé unos segundos mirando su puerta. Y sonreí solo. Aún estaba temblando. Qué fuerte, pensé. Nunca me había sentido así. Nunca antes una chica me puso tan nervioso como ella. Salí de su edificio y volví andando hasta casa. Me pasé todo el camino pensando en ella. Me habían encantado sus besos, el gusto de sus labios y su forma de temblar al mirarme. Qué suerte tengo... Por fin le gusto a la chica que realmente me gusta. Que me pone nervioso cada vez que me mira y que sólo a su lado se me quita el vacío que llevo dentro por su culpa.
Llegué a casa y cené muy poco porque de los nervios, no me entraba nada. Me tranquilicé y me puse el pijama. Me tumbé al sofá y me puse a mirar la tele. Estaba jugando el Madrid así que me quedé mirándolo hasta que se acabó. Luego me tragué todo el programa de Punto Pelota. Me costó ir a dormir. Al final pude. Me tumbé en la cama y tardé media hora en dormirme. El día siguiente me levanté a las diez. Me duché, me vestí y al mirar el móvil vi que tenía un nuevo mensaje. ¿Será de Anna...? Dios, me volví a poner nervioso. Pues no. Era de Lara. ¡Lara! No había pensado más en ella... Abrí su mensaje y lo leí: "Cari, sorry pero hoy no puedo quedar, tengo que ir al médico. Te quiero". Uf, qué alivio. Porque después de lo que había pasado la noche anterior no me veía con fuerzas para ver a Lara. No sé qué voy a hacer... pensé. Prefiero no pensar en ello de momento. Ya se verá...
Desayuné y me fui en coche al programa. Aún estaba un poco nervioso... No sabía cómo estaría con Anna después de lo que pasó esa noche. Entré en mi camerino y me puse a repasar el guión como siempre. Al cabo de un cuarto de hora alguien llamó a la puerta. Sabía que era ella.
-¡Pasa!-grité para que me oyera. Abrió la puerta lentamente y sacó la cabeza.
-Hola.-me dijo Annita al verme.
-Hola.-le dije nervioso. Le sonreí y me devolvió la sonrisa. Entró y me abrazó. Me dio un beso en la mejilla y yo se lo devolví. Entonces me separé, le miré los labios y la besé. Esta vez con más confianza que la otra. Sonrió y me dio un pico.
-¿Cómo has pasado la noche?-le pregunté.
-Pensando en ti...-me dijo apartándome la mirada. Yo sonreí y le di otro pico.-me voy a mi camerino, no vaya a ser que nos pille alguien...
Se fue y la miré hasta que cerró la puerta. Me senté al mini-sofá y repasé un poco más el guión. Entonces bajé al comedor porque ya era hora y me estaba muriendo de hambre. Decidí no sentarme a su lado porque no podría evitar tocarla y besarla y sé que ella
estuvo de acuerdo porque me guiñó el ojo nada más verme. Estuvimos toda la comida echándonos miraditas des de lejos y sonriéndonos al mismo tiempo. Por suerte, creo que nadie se dio cuenta de nada. Al acabar, nos vestimos y fuimos a maquillaje. Ahora sí que me senté a su lado. Mientras las maquilladoras iban haciendo su trabajo yo la miraba por el espejo y ella me respondía. También nos sonreíamos.
-Ay que ver que guapa estás hoy...-dije sonriendo para disimular un poco. La miré por el espejo y se sonrojó.
-Ya lo sé...-dijo riéndose y chuleando para que nadie sospechara. Y yo también me reí. Me acabaron de maquillar a mi primero como siempre. Le heché otra miradita y me fui a la entrada del plató. Uf... no nos podemos resistir, pensé. Espero que en el programa de hoy no pase nada...

Capítulo 29: Me gustas

Anna!-volví a gritar. Tampoco respondió. Fui andando por el pasillo con miedo de que me asustara pero no lo hizo. Me paré en el cuarto de baño y miré pero no estaba. Me paré en otra habitación y tampoco estaba. Tiene que estar ahí pensé al mirar la puerta de su habitación. Además la puerta estaba cerrada. Caminé lentamente hacia su habitación y abrí la puerta. Entré y la vi tumbada en la cama boca bajo con la cabeza enterrada en su almohada.
-Anna.-dije al verla. Se mantuvo en la misma posición. Me acerqué más a ella y me senté a su lado. Le acaricié la espalda con la mano y se le puso la piel de gallina. Al darme cuenta, sonreí.
-Anna ¿qué pasa?-le dije tranquilamente para que me lo contara de una vez por todas. Se giró muy lentamente y me miró. ¡Estaba llorando otra vez! Pero esta vez sólo eran lágrimas. Se sentó en la cama con la espalda apoyada en la pared. La volví a mirar a los ojos.
-Nada.-me dijo bajándome la mirada.
-Venga, dime, ¿qué es eso de que yo no sé nada?-le dije colocando mi mano en su pierna.
-No te lo tendría que haber dicho...-dijo. Me quedé en silencio. No pensaba decirle nada, sólo quería que me lo explicara.
-Pues... que... no puedo decírtelo.-dijo otra vez.
Anna, dímelo!!-le dije está vez algo cabreado ya.
-Que me gustas Dani. Me gustas. Ala ya está, ya te lo he dicho. ¿Contento?-me dijo. No me lo podía creer... Tanto tiempo creyéndome que no le gustaba, que ella era feliz con Miki y ahora va y resulta que en realidad si que le gusto. Me quedé paralizado como antes sin parar de mirarla. Le miré la mano y la cerró lentamente. Se la cogí y me acerqué más a ella. Cada vez me iba acercando más hasta tener su cara a cinco centímetros de la mía.
-¿Lo dices enserio?-le dije mirándola a los ojos.
-Si...-dijo y se sonrojó.
-¿De verdad?-le volví a decir. Esta vez no respondió, sólo asintió con la cabeza. Le miré los labios y le sonreí. Me acerqué un centímetro más a su boca. Estaba temblando... Yo no paraba de mirarle los labios. Me volví a acercar un centímetro más, ya casi rozaba sus labios. Y la besé. Fue un beso muy tierno. Ella me lo devolvió y le acaricié la cara con mi mano mientras nos estábamos besando. Me separé y sonrió. Me puse nervioso. Los dos estábamos temblando y la volví a besar. Noté como sus labios acariciaban los mios y esta vez me devolvió el beso más efusivamente. Se separó, nos miramos a los ojos unos segundos y me abrazó. Yo le devolví el abrazo y estuvimos un rato en silencio. Luego nos levantamos y fuimos al salón. Yo le cogí la mano y me dirigí hacia la entrada.
-Me tengo que ir...-le dije mirándole los ojos. Ya era tarde y me había puesto muy nervioso. Ella me ponía nervioso.
-¿No te quedas a cenar?-me dijo sabiendo ya mi respuesta.
-No... Disfruta de la cena. Adiós preciosa.-me giré y noté como me cogía la mano. Me volví a girar hacia ella y me besó. Esta vez fue más corto pero igual de efusivo. Nos separamos y me sonrió. Yo me sonrojé.
-Adiós Dani.-me dijo y cerró la puerta.

Capítulo 28: Algo inesperado

Fui de camino a casa de Anna . Ahora era yo el que necesitaba verla. Toqué el timbre y me abrió enseguida. Iba con la misma ropa del programa y no se había desmaquillado. Tenía el maquillaje esparcido de tanto llorar y me estaba mirando. Nada más verla la abracé y le di un beso en la mejilla. Volvió a llorar.
-Ya estoy aquí cuqui.-le susurré al oído para que se tranquilizara.
-Dani...-consiguió decir mientras lloraba.
-Shhh. Calla, no digas nada, no hace falta.-le dije aún abrazándola. Cuando se tranquilizó un poco me separé y nos sentamos en su sofá.
-Gracias por venir. Necesitaba verte. No lo aguantaba más... Me siento tan sola...-me dijo bajando la mirada.
-Yo también quería verte. Ahora estoy aquí, ya no estás sola. Vamos, que te preparo la cena.-le dije levantándome.
-Quédate a cenar, por favor.-me dijo siguiendo la mirada allá donde yo iba.
-Vale.-dije. Le preparé la cena mientras ella me observaba. Me había seguido y se había sentado en una de las sillas de la cocina.
-Es extraño... Nunca me habría imaginado ver esta escena. Yo, destrozada porque lo he dejado con Miki observándote en mi casa haciendo la cena.-me dijo sonriendo.
-No te creas, yo tampoco me lo había imaginado. Pero la vida es así, nunca te esperas nada de lo que pasa.-le dije sin mirarla siguiendo con la cena.
-Me encantas.-me susurró al oído. Se me puso la piel de gallina. Y paré de hacer lo que estaba haciendo. Se había levantado de la silla y se había acercado a mí. Me estaba tocando la espalda con sus manos y tenía la cabeza apoyada en mi hombro izquierdo. Al cabo de unos segundos, sonreí. Ella también sonrió al ver que se me había puesto la piel de gallina.
-Y tu a mi.-le dije continuando con la cena. Estuvimos unos minutos más en silencio hasta que me lo dijo.
-Ya, pero no de la misma manera.-dijo separándose de mi y volviendo a sentarse. ¿Qué quería decir? No me podía creer lo que acababa de oír. ¿Se refería a que yo le gustaba? Me volví a paralizar. Dejé el cuchillo que tenía en las manos y me giré hacia ella. La miré a los ojos.
-¿A qué te refieres?-le pregunté algo nervioso. Me miró y me volvió a sonreír.
-Pues, que me ayudas en todo sin recibir nada a cambio. Porque me abrazas, me escuchas y me mimas. Porque me haces sentir muy bien y porque eres mi mejor amigo.-me dijo devolviéndome la mirada.
-¿Ah si? ¿Soy tu mejor amigo?-le pregunté sonriendo.
-Pues si...-me dijo algo tímida.
-¿Ves? Eso tampoco me lo esperaba.-le dije aún sonriendo.
-Claro porque tu no sabes nada...-me dijo muy seria y se fue al salón. Esta chica si que me va a volver loco... ¿Que yo no sé nada? Más bien no entiendo nada... Me lavé las manos y dejé la cena haciéndose al fuego. Volví al salón y no estaba.
-¿Anna?-dije en voz alta. No respondió.
-Anna, ¿dónde estás?-volví a gritar. Me decidí a buscarla por la casa. Quería que me aclarase lo que me acababa de decir en la cocina porque no podía dejarme así. Lo que me acababa de decir era... algo inesperado, para mi.

Capítulo 27: Culpable

Anna aún estaba mal. Intentaba que no se le notara pero conmigo no podía disimular. Estuvo todo el programa sin mirarme, cosa que no entendí. Yo le acariciaba la espalda cuando podía para que supiera que estaba ahí y que estuviera tranquila pero ella no me lo devolvía. Al acabar el programa entré en su camerino.
-Dani...-iba a hablarme pero la corté.
-No, voy a hablar yo. Anna, ¿qué te pasa? Antes de empezar el programa nos estábamos abrazando y hablando y ahora en el programa ni me mirabas y me rechazabas los gestos de cariño...-le dije algo enfadado.
-Lo sé, lo siento Dani. Es que no podía mirarte, lo juro. Porque sabía que si te miraba me hecharía a llorar allí en medio del programa, porque eres el único que lo sabe y sólo en mirarte ya me volvía a la mente la charla que tuvimos esta mañana... Lo siento si te has sentido rechazado por mi, no era mi intención, de verdad.-me dijo con lágrimas en los ojos. Ahora lo entendí todo. Lo había intencionado mal.
-Ah vale, no pasa nada. Te entiendo.-le dije mirándola a los ojos. Y acercándome a ella.
-Bff, todo esto es tan difícil para mi... Lo he pasado fatal Dani.-dijo volviendo a llorar y la abracé.
-Anna ya basta, no llores más. No soporto verte así.-le dije.
-Lo sé pero no puedo evitarlo...-dijo estando aún en mis brazos. Le di un beso en la mejilla y me separé.
-Annita, me tengo que ir...
-No, no te vayas por favor. Necesito estar con alguien.-me dijo.
-Es que... he quedado con Lara. Lo siento de verdad.
-Ah... De acuerdo. No pasa nada, vete.-me dijo. La abracé y le di un beso en la frente.
-Luego hablamos ¿vale? Adiós preciosa.
-Chao.
Perfecto... cuando más me necesita yo la dejo y me voy... Pero es que había quedado con Lara y tampoco le podía fallar, sintiéndolo mucho... Fui hasta casa. Me cambié de ropa y fui al piso de Lara. Al abrirme, me recibió con una grande sonrisa.
Cari!-me dijo tirándose a mi cuello. Y me besó.
-Hola Larita, ¿qué tal?
-Bien, ¿y tu? Te veo raro...-me dijo. Mierda... me lo ha notado, pensé. Aún seguía preocupado por Anna.
-¿Raro? Que va, sólo estoy cansado. ¿Qué hacemos?-le dije intentando cambiar la expresión.
-Pues... ¿vamos a tomar algo?-dijo. Fuimos al bar de al lado de su edificio y nos pasamos ahí toda la tarde. Hablando, comiendo y bebiendo. Ya era tarde y nos fuimos. La acompañé hasta la puerta de su casa. Me miró sonriendo y me besó.
-¿No subes?-me dijo sonriendo.
-No puedo cari, ya es tarde y mañana hay programa. Además estoy cansado...-le dije devolviéndole el beso. Creo que le mentí un poco.
-Jo... Bueno pues el día que tengas ganas te dejaré sin nada. ¡!-me dijo y se fue sin darme tiempo a decirle nada más.
Pues no, aunque hubiese tenido tiempo, no tenía ganas de acostarme con Lara. Es muy raro en mi, lo sé, pero no podía parar de pensar en Anna. Aún me sentía culpable por haberla dejado sola en su camerino aún llorando. A lo mejor fue mucha casualidad, pero de repente, me sonó el móvil. ¡Era Anna! Lo cogí.
-Annita, ¿cómo estás?-dije volviendo a escuchar sus sollozos.
-Dani, ¿puedes venir?-dijo llorando.
-Claro que sí.-le dije. Me sentí bien de repente. Ya se me había quitado el sentimiento de culpa y tenía muchas ganas de verla y abrazarla y besarla... Nunca me había pasado esto con nadie.

dissabte, 30 de juliol del 2011

Capítulo 26: Más lágrimas

El día siguiente me desperté a las diez. Mi cama aún olía a Anna. Había dormido de un tirón y me sentía muy bien. Me levanté, me vestí, desayuné y me fui al programa.
Entré en mi camerino y me asusté al ver a Anna sentada en el mini sofá. Estaba muy seria y tenía la cabeza mirando al suelo.
Annita! Me has asustado... ¿qué haces aquí?-le dije quitándome el jersey y quedándome en manga corta.
-Dani...-dijo igual de seria mientras se acercaba a mi. Creo que había llorado. Tenía los ojos rojos y también le brillaban. Me abrazó fuertemente. Yo respondí y también la abracé. ¿A qué viene todo esto? pensé.
-Anna, ¿qué te pasa?-le dije algo preocupado. No respondió. Empecé a oír sus sollozos. Sí, estaba llorando.
-Anna, no llores.-la aparté de mi y se tapó la cara con sus manos. La volví a abrazar. Me mataba por dentro verla llorar tan desesperadamente. No soportaba verla llorar así. Le di un beso en la mejilla y estuvimos unos minutos más abrazados en silencio. Cuando se tranquilizó un poco nos separamos y nos sentamos en el sofá. Le cogí la mano y le miré los ojos.
-Cuéntame pequeña, ¿qué ha pasado?-le pregunté.
-Dani... estoy fatal.-dijo aún secándose las lágrimas.
-¿Por qué?
-Es Miki otra vez... Casi nunca nos vemos y últimamente siempre estamos discutiendo. Ya no estamos igual que antes... los dos tenemos ataques de celos y ya no lo podemos aguantar más. Ayer le llamé y le conté que había estado durmiendo contigo... Pensarás que soy tonta pero se lo tenía que decir... Antes de ayer él había salido con unas amigas y también me contó que se había dado un pico con una de ellas porque estaba borracho...-dijo y volvió a llorar otra vez. Yo la estaba escuchando sin parar de mirarla.
-No me lo puedo creer... ¿Cómo te puede hacer eso?-le dije.
-Pero Dani también es culpa mía. Es culpa de los dos. Siempre estamos igual. Yo ya estoy harta y ayer al llamarle por teléfono... cuando le conté que había dormido contigo empezó a gritarme como un loco y yo también le recriminé que me había hecho daño con muchas cosas... y le dije que ya no lo soportaba más y que quería dejarlo. Se quedó en silencio y me colgó. Creo que ya no sabré nada más de él...-dijo entre lágrimas. Se me tiró al cuello otra vez y le abracé más fuerte aún. Me daba mucha pena. Le di muchos besos y le dije que se tranquilizara porque le cogería un ataque de ansiedad. Me había dejado el hombro empapado de lágrimas.
-Lo siento, te he dejado empapado.-me dijo.
-No te preocupes por eso. Ahora sólo tienes que preocuparte por ti, ¿me oyes? Si Miki te ha tratado así es porque no te merece. Nadie que te quiere de verdad te puede hacer tanto daño Annita. Mírate, estás destrozada. Prométeme que no volverás a llorar así por un chico. No puedo verte así.-le dije cogiéndole las manos.
-Está bien. Te lo prometo. Gracias Dani.-me dijo. Y me volvió a abrazar. Me dio tres besos en la mejilla y se separó. Le acaricié la cara.
-Vamos, dáme una sonrisa por muy pequeña que sea. No puedes irte de aquí sin que te vea sonreír.-le dije.
-Entonces me quedaré aquí todo el día.-dijo.
Anna!
-Está bien...-dijo y sacó una pequeña y forzada sonrisa.
-Así me gusta. Ahora olvídate un poco y vamos a repasar el guión.-le dije y le di otro beso en la mejilla. Nos levantamos y fuimos a su camerino. Qué mal lo paso al verla así...

Capítulo 25: Todo huele a ella

Llegué a casa a las seis, me senté en el sofá y me puse a mirar la tele. No hacían nada que me gustase así que la apagué y me tumbé. Me puse un cojín debajo de la cabeza y cerré los ojos. Mmm qué bien huele... pensé. Este olor me encanta. Esta colonia... ¡es de Anna! Volví a oler el cojín. Si, es su colonia. Es verdad, ayer se sentó en mi sofá. Cuando iba borracha... Me reí solo. Y allí, estirado, oliendo su colonia, me dormí. Estuve casi dos horas durmiendo. Me desperté algo desorientado... siempre me pasa cuando duermo por la tarde. Me duché para despejarme, me vestí y comí algo porque me estaba muriendo de hambre. Al acabar, sonó mi móvil. Alguien me estaba llamando.
-¿Si?-contesté.
-Ei tío, vamos a cenar y luego por ahí como siempre. Hemos quedado a las nueve y media en casa de David. Te esperamos ¿no?-me dijo Dani.
-Claro. Luego nos vemos.-le dije y colgué.
Estuve en casa esperando a que fueran las nueve y cuarto y me fui de camino a casa de David. Cuando llegué ya estaban todos así que nos fuimos a cenar a una pizzería. Me encanta la pizza. No tenía mucha hambre porque había comido a las ocho pero ¿quién dice que no a una pizza? Yo no, por supuesto. Así que al acabar de cenar nos fuimos a tomar algo a un pub. Y como siempre, me acabaron preguntando por lo mismo.
-Dani hoy te he visto un poco raro con Anna en el programa ¿no?-me dijo uno de ellos.
-¿Raro? Ah... Es que ayer por la noche salimos y estábamos cansados, ya sabes...-le dije.
-¿Cómo que salisteis? ¿Juntos?-me preguntó muy sorprendido.
-Si, juntos, como amigos. Y bueno, con Romina.
-¿Saliste con las dos? Jajaja vaya cabrón...-dijo y todos se rieron.
-Venga, cuenta, cuenta, que eres un mamón...-me dijo otro.
Les expliqué que fuimos a cenar y, bueno, que empezamos a beber y Romina se puso a bailar como una loca, que bailé con Anna y que estuvimos un rato solos en un sofá de la carpa...
-¿Qué? ¿Y qué pasó?-dijeron todos con los ojos como platos.
-Pues... que Anna me dio un beso en el cuello y como Romina apareció de repente nos separamos enseguida...
-¡No jodas! Qué fuerte... y lo hicisteis supongo...-me dijeron.
-Qué dices tío, ¡que yo estoy con Lara, joder! Anna estaba muy borracha y... si, se quedó a dormir en mi casa, ¡pero no pasó nada!-dije algo cabreado.
-Ah ¿que encima se quedó a dormir? Jajaja qué fuerte, y tu te piensas que nos creeremos que no pasó nada ¿no?-me dijeron todos sonriendo.
-Joder, que no pasó nada. Estábamos demasiado cansados y nos dormimos... Además ¡qué os importa a vosotros, "pesaos"!-les dije.
-Pero tío, ¡cómo se queda a dormir Anna Simón en tu casa y nos dices que no pasó nada!-dijo uno.
-Bueno, déjalo. Si está con Lara, está con Lara.-dijo David.
-Ya... pero, una oportunidad así, ¡no se puede dejar escapar, tío! Mira Dani, últimamente Anna cada día está más cariñosa contigo. Tu sabrás lo que haces pero yo te digo que le gustas de verdad.-dijo Dani.
-Mira, me voy a casa. Ya me he cansado del tema. Hasta luego.-les dije y me fui andando hasta casa. No me podían decir eso... Vale que Anna está muy buena si, pero que yo estoy saliendo con Lara y ella me quiere, no le voy a hacer daño, no se lo merece. Además, Anna sale con Miki y aunque me diese un beso en el cuello, seguirá enamorada de él, digo yo. Al llegar a casa me puse el pijama y me tumbé en la cama. Apoyé la cabeza en la almohada. Otra vez la olor de su colonia... Me encanta esta olor y no sé que me pasa pero hoy, todo huele a ella.

Capítulo 24: Sonrisas y dudas

Después de media hora, llegó Anna. Yo aún estaba en mi camerino estudiando el guión cuando alguien abrió la puerta.
-Hola Dani...-dijo. Me giré. Era Anna. Se había cambiado de ropa; llevaba unos tejanos y una camiseta negra. Se había desmaquillado y los ojos aún le brillaban.
Annita! ¿Cómo estás? ¿Aún te duele la cabeza?-le pregunté levantándome de la silla y acercándome a ella.
-Si, pero no tanto... ¿Y tu?-me dijo.
-Bien aunque también estoy cansado. He hablado con Romina y está peor que nosotros jajaja.-le dije riendo.
-Jajaja, no me extraña, con la marcha que llevaba ayer...-dijo Anna también riéndose.-Bueno, voy a hablar con ella, hasta luego.
-Chao.-dije.
Pues la situación no fue muy incómoda... Anna es tan perfecta... Más tarde, todos bajamos a comer. Me senté al lado de Anna y Romina para hablar con ellas. Recordamos un poco la noche anterior y nos volvimos a reír al recordar a Romina bailando sola. Estábamos los tres riendo y yo miré a Anna. Anna se giró y me miró a los ojos. Los dos estábamos pensando en lo mismo. En el beso que me había dado en el cuello, en la noche que habíamos pasado juntos... Los dos nos sonreímos y, al recordar el beso, Anna se sonrojó y volvió a comer. Romina no sabía nada de lo que había ocurrido entre Anna y yo. Y estoy seguro de que ninguno de los dos quería que lo supiera. Acabamos de comer, nos vestimos y fuimos a maquillaje. Cada vez que miraba a Anna me aguantaba unos segundos la mirada pero me la quitaba enseguida. A los dos nos incomodaba un poco el hecho de haber dormido juntos. Supongo que es normal... pensé. Nos colocamos en el sitio de la entradilla y la preparamos.
El programa ya empezó. Fue todo muy bien pero al ranking no entró ni Anna ni Romina. Creo que ese día había un invitado. Al acabar el programa fui a mi camerino y volvió a entrar alguien. Hoy no me dejan en paz... pensaba. Era Anna. Sólo al verme, me sonrió.
-Dani, ¿puedo entrar?-dijo.
-Si, claro.-le dije mientras se sentaba en el pequeño sofá de mi camerino.
-Bueno, pues... Ya sé que esta noche no ha pasado nada. Pero te quería preguntar si...-dijo.
-¿Si..?
-Dani, ¿se lo contarás a Lara?-me preguntó algo seria.
-Pues... no. ¿Y tu a Miki?-le pregunté.
-Tampoco... ¿No hicimos nada malo no? Quiero decir, que no tenemos porque sentirnos culpables...-me dijo con cara de preocupación.
-Claro que no. No te preocupes por eso... estábamos muy cansados y ya está. No lo pienses más.-le dije acercándome a ella y cogiéndole las manos.
-Tienes razón.-me dijo mirándome a los ojos. Estuvimos unos segundos mirándonos en silencio y luego me apartó las manos y se fue. Últimamente, siempre que la miro le están brillando los ojos. Me encanta su mirada... pensé después de que se fuera. La pregunta de Anna me había pillado por sorpresa, no había ni pensado en qué pensaría Lara si se lo contase. Pero, de todos modos, no se lo pensaba contar. No quiero liar más las cosas... Ahora Lara y yo estamos muy bien. ¿No?

divendres, 29 de juliol del 2011

Capítulo 23: Incomodidad

Me desperté a las nueve. Estaba tumbado de lado, mirando la pared. Me giré lentamente y me asusté al ver a Anna durmiendo. Es verdad, no me acordaba, Anna se había quedado a dormir... Me empecé a poner nervioso... Mierda, la hemos cagado. Tranquilízate Dani, me dije, no pasa nada, sólo hemos dormido juntos, nada más. Somos amigos y no ha pasado nada. Me levanté y fui al baño. Me miré al espejo y me vi una mancha de pintalabios en el cuello. Me volví a poner nervioso, esta vez más. ¿Una mancha de pintalabios? ¿en el cuello? Ai madre... ¡es de Anna! qué habremos hecho... No por favor...
Me tranquilicé al recordar la escena de la noche anterior en el sofá de la carpa. Uf... Es verdad, me dio un beso en el cuello antes de que Romina nos interrumpiera... Me lavé la cara y el cuello y volví a la habitación. Que surrealista se me hace la imagen de Anna durmiendo en mi cama... pensé observándola dormir. Me senté y desperté a Anna.
-Annita, despierta. Annita...-dije mientras la movía con la mano. Se giró y abrió los ojos lentamente. Se dio un susto al verme y después de unos segundos se tranquilizó un poco.
Dani! ¿He dormido en tu casa?-me preguntó aún asustada.
-Si... ayer no nos aguantábamos...-le dije.
-Pero, no ha pasado nada, ¿verdad?-me dijo.
-Pues... ya me hubiera gustado ya, pero te dolía la cabeza...-dije haciendo broma y riéndome al ver su cara de mosqueo.
-Uf... menos mal. Por un momento, me he asustado.-dijo.
-Tanto te asusta la idea de tu y yo...-dije sonriendo.
Cállate!-me dijo sacando una sonrisa.-¿Y ahora qué hacemos?
-Pues... ¿me visto y te llevo a casa?-le pregunté.
-No, da igual... ya voy andando. ¿Dónde están mis zapatos? Ah, aquí.-dijo y se puso de pié. -Uf, qué dolor de cabeza... si, será mejor que me lleves que con este dolor y estos tacones... no llegaré nunca a casa.
-Jajaja, ai abuela, que ya no tiene edad para emborracharse...-dije riendo.
-Anda calla y vístete.-me dijo sonriendo.
-No querrá usted verme desnudo...-le dije levantando las cejas. Seguidamente, se levantó y se fue al comedor. Me vestí, y fui a la cocina. Preparé el desayuno para los dos y lo llevé al salón.
-Venga, antes tendrás que comer algo ¿no?-le dije. Tenía el maquillaje de los ojos esparcido y estaba despeinada. Aún así, la encontraba atractiva.
-Oh, qué buena pinta... Gracias Dani.-dijo observando la comida.
Desayunamos y la llevé en coche hasta su casa.
-Gracias.-me dijo al bajar.
-De nada. Nos vemos en un rato. Adiós Annita.-le dije.
-Adiós Daniel.-dijo, y entró en su edificio.
Volví hasta casa porque aún era temprano. Miré un poco la tele y fui al programa. Entré en mi camerino y vi que alguien me había seguido; era Romina.
-Dani, ¿qué tal? ¿Cómo acabasteis ayer tu y Anna?-me dijo. Por su voz y su cara, también estaba cansada.
-Bien, bien... la acompañé hasta su casa y me fui.-mentí.
-Ah... Buf, yo me he levantado a las diez y aún tenía sueño... qué cansancio por dios...-dijo llevándose la mano a la frente. Y se fue.
Me senté a leer el guión pero en realidad pensaba en Anna. Qué fuerte, hemos dormido juntos... Me pregunto cómo estará conmigo después de esta noche... qué incomodidad.

Capítulo 22: No puedo más

Mientras nos estábamos abrazando yo también le acaricié la espalda. Apoyé mi cabeza sobre su hombro mientras la olía. Llevaba una colonia muy buena. Ella también apoyó su cabeza sobre el mío. Me miró y me sonrió.
-Tu sí que eres guapa.-le susurré. Al oírme volvió a sonreír mientras le brillaban los ojos como diamantes. Madre mía, juro que no he visto mujer más guapa en mi vida...
Nos estábamos acercando demasiado y noté sus labios en mi cuello.
-¡Chicos! ¡Me habéis dejado sola!-oí decir a Romina y, muy rápidamente, me separé de Anna. Qué oportuna Romi... pensé. Justo cuando Anna me estaba dando un beso en el cuello...
-Es que estabas ligando con el DJ guapita...-le dijo Anna que ya ni se aguantaba, entre el cansancio y que estaba borracha...
-Jajaja, es mono, ¿verdad?-dijo Romina aún riéndose.
Estuvimos un rato más sentados pero ahora hablando con Romina, bueno, si se puede decir que manteníamos una conversación con sentido, porque era casi imposible. Y nos fuimos andando. Yo tuve que sujetar a Anna durante el camino porque casi ni se aguantaba. Notaba su respiración en mi cuello porque tenía su cabeza apoyada en mi hombro.
-He bebido demasiado...-me iba repitiendo al oído. Tenía razón. No estaba muy acostumbrada a beber y le había subido enseguida. Yo también iba bebido pero no tanto. Acompañamos a Romina hasta su casa y se despidió aún riendo.
Chao cuquis! Que guapos sois jaja. Os quiero mucho.-dijo al despedirse. Y entró en su edificio.
Yo tenía que acompañar a Anna hasta su casa pero también me costaba andar porque ya estaba muy cansado. Me pesaban los párpados y tenía mucho sueño. Llegamos a mi casa. La de Anna estaba un poco más lejos pero yo ya no podía más.
-Ven, vamos a descansar un poco en mi piso y luego te acompaño al tuyo, que ya no puedo más.-le dije al abrir la puerta.
Ella no respondió. Aún seguía agarrándome por la cintura con la cabeza apoyada en mi hombro. Entramos en casa y se sentó al sofá. Yo fui a la cocina y le traje un vaso de agua.
-¿Quieres?-le dije. No me contestó pero cogió el vaso y se bebió todo el agua. Me senté a su lado y volvió a apoyar su cabeza en mi hombro.
-Ai Annita... tienes razón, has bebido demasiado.-le dije acariciándole el brazo derecho.
-Gracias por aguantarme esta noche.-me dijo.
-No seas tonta, si me ha gustado.-le dije mirando su vaso vacío.
-No, de verdad.-dijo girando su cabeza para mirarme.-Eres genial Dani.
-Va, calla que estás borracha.-le dije.
-Pff no puedo más...-dijo. De repente, se levantó y fue andando por el pasillo. Me levanté y fui hacia mi habitación. Ahí estaba; estirada en mi cama con los ojos cerrados. Sonreí sólo en verla. Cómo te adoro... pensé aún mirándola. Me tumbé a su lado, yo tampoco podía más.
Me giré de caras a ella y le acaricié la cara con mi mano.
-Pf, Annita, eres preciosa.-dije en voz alta.
-Mmmm...-dijo. Se estaba durmiendo.
-Cuqui no te duermas que te tengo que acompañar a tu casa...-dije yo bostezando.
-Mmmm...-volvió a decir. Sonreí. No puedo más... me da igual todo. Le quité los tacones y me quité mis zapatos. Me volví a tumbar a su lado y me cogió la mano. Cerré los ojos y me dormí en un segundo.

Capítulo 21: Risas y mucho baile

Romina, Anna y yo habíamos quedado en mi casa a las nueve y media para ir a cenar. Yo me duché, me puse colonia y me vestí. Me puse una camisa de cuadros de color azul, unos tejanos negros y mis Converse. A las nueve y media bajé al portal de mi edificio y ahí estaba Anna esperando. Romina aún no había llegado. Anna iba espectacular, como siempre; llevaba un vestido ceñido palabra de honor negro, unos tacones negros y se había maquillado y planchado el pelo. La miré y le brillaban los ojos. Nos saludamos y nos dimos dos besos.
-Estás guapísima Annita.-le dije mirándola de arriba a bajo.
-Gracias Dani, tu tampoco estás mal.-me dijo respondiendo a mi mirada.
Romina, no me hagas esto, pensé. Cuando se le haya ocurrido no venir por cualquier excusa, no se lo perdonaré nunca. No me veía capaz de poder controlarme si iba a cenar a solas con Anna. Por suerte, a los tres minutos de espera, llegó Romina. También se había puesto muy guapa; llevaba un vestido amarillo con unos tacones del mismo color.
Cuquis! Ya estoy aquí. ¿Nos vamos?-dijo Romina al llegar.
Nos fuimos a un restaurante que no había visto en mi vida y nos sentamos. Pedimos la cena y nos la llevaron. Estábamos sentados en una mesa de cuatro personas: Romina y Anna se habían sentado una al lado de la otra y yo me había sentado frente a Anna. Estuve toda la cena sin parar de observar su belleza. No podía mirar a otro lado. Mis ojos iban directos a ella todo el rato. Romina pidió dos botellas de vino. Empezamos a beber mientras comíamos, a hablar de nuestras cosas y a reírnos sin parar. Anna me iba mirando y nos reíamos juntos.
-Ai Romina, ¡no sé qué vino has pedido pero esto me está subiendo!-dijo Anna riéndose como una loca. Y yo y Romina nos partimos de risa con ella.
Al acabar de cenar nos fuimos a una carpa cerca del restaurante dónde ponían música y pedimos tres mojitos. Al acabárnoslos empezamos a bailar como locos en medio de la "pista". Romina se subió a una especie de pódium que había y empezó a bailar y a gritarnos:
-¡Chicos, venid, subid aquí que esto sí que mola!!-dijo riéndose.
Yo y Anna nos miramos y nos regalamos de ella. Romina iba como una cuba...
-Yo no me pienso subir ni loca, ¿y si se cae?-me dijo Anna al oído.
Al poco rato, Romina se bajó y empezó a hablar con el DJ. De repente, Anna me cogió la mano.
-¿Bailamos?-me dijo sonriendo.
-¡Claro!-le dije devolviéndome la sonrisa.
Y nos pusimos a bailar sin parar de mirarnos, sonreírnos y hacer tonterías. Esta chica me tiene loco... loco de verdad, pensé mientras la miraba bailar. Si Lara nos viera...
-Mira a Romina... ¡Pero si está ligando con el DJ!!-me dijo Anna y nos pusimos a reír otra vez, como locos.
Romina había roto con su novio hacía una semana porque estaban mal y no sé qué movida más... Anna y yo ya estábamos cansados de bailar y nos sentamos en un sofá doble de color blanco. Al sentarnos, vino un camarero y nos puso dos chupitos en la mesa.
-Perdona, pero no hemos pedido nada.-le dijo Anna.
-Os invito, ¡por ser la pareja más guapa de la noche!-nos dijo el chico.
Anna y yo nos volvimos a mirar con cara de sorprendidos y cogimos el chupito.
-¡Por nosotros!-dijo Anna al tocar su vaso con el mío. Y nos lo bebimos.
Noté una mano acariciándome la espalda. Era Anna. Ya iba borracha. La miré y me abrazó.
-Eres muy guapo.-me susurró al oído.
Esto acabará mal... pensé.

Capítulo 20: Un sueño

Lo juro, ya me encontraba bien. Habíamos empezado el programa y me sentía muy arropado por Anna. En cualquier momento que podía me hacía un gesto de cariño y me sentía muy bien. Al acabar el programa fui a casa. Cogí el móvil para llamar a Lara. Ella era realmente la razón por la cual había tenido dolor de cabeza y necesitaba verla.
Dani!-contestó alegremente.
-Cari, tengo ganas de verte, ¿dónde estás?-pregunté.
-En mi casa, ¿dónde quieres que esté?-me dijo.
-Pues ahora voy para allá.-dije y colgué. Si, necesitaba verla, necesitaba saber que estaba sola y que mi sueño había sido sólo eso, un sueño. Quería hablar con ella y estar seguro de ello. No podía perderla, en ese momento no.
Me cambié de ropa y me fui de camino a su casa. Llegué y al abrirme la puerta la abracé y le di un beso.
-Ui, ¿y este recibimiento?-preguntó ella.
-Pues que te echaba de menos.-le dije.
-Yo también.-me dijo y me abrazó. Ese gesto me tranquilizó. Sabía que sus palabras eran reales y me di cuenta de que había sido muy tonto por preocuparme de esa manera sólo por un sueño.
Entré y nos sentamos en la terraza a tomar un café. Estuvimos hablando y, por suerte, no me dijo nada sobre mi beso con Anna. Se lo agradecí.
-Lara, ayer cuando te llamé...
-De eso quería hablar yo también. Lo siento Dani, de verdad. Se me olvidó por completo que habíamos quedado a esa hora. Es que me llamó mi jefe y me dijo que tenía que ir ya al trabajo para preparar unas cosillas y no pensé más en nuestra "cita".-me dijo.
-Está bien, no pasa nada.-dije y sonreí.
Me quedé a cenar y a dormir. Hacía días que no dormía con ella. Echaba de menos hacer el amor y dormir con alguien a mi lado. Y también lo necesitaba. Necesitaba sentirme querido y deseado por alguien.
Pasaron unas semanas y Lara y yo ya habíamos vuelto a la normalidad. Estábamos bien como antes y yo intentaba no pensar tanto en Anna aunque no sé si lo conseguía. Sabía que nunca tendría ninguna oportunidad de estar con Anna y me tenía que conformar. Iban pasando los programas y volvía a estar cada día más cariñosa conmigo. Cómo me hace sufrir esta mujer... pensé. Yo intentaba juntarme más con Romina y hablar con ella y durante esas semanas nos cogimos más confianza. Ella también me hablaba de sus problemas con su pareja y yo le hablaba de los míos con Lara. Pero nunca le llegué a contar que sentía algo por Anna. No me veía capaz.
Recuerdo que un día Romina me propuso ir a cenar con ella y Anna y luego salir de fiesta. Acepté enseguida. ¡No podía rechazar esa maravillosa oferta!! Pero antes, se lo tenía que comentar a Lara. Estaba muy tranquilo porque Lara y yo habíamos hablado mucho sobre nuestra relación últimamente y nos habíamos dado mucha libertad para salir con quién nos diese la gana. Ella salía con sus amigos y yo con los míos. No había problema. Se lo comenté y estuvo de acuerdo. Aunque pasada esa noche yo deseé que no hubiese estado tan de acuerdo...

dijous, 28 de juliol del 2011

Capítulo 19: Gracias

"Claro." Respondí al mensaje de Quequé. Me vestí y me fui de camino al bar. Cuando llegué ya estaban todos. Me recibieron con risas y gritos de "Campeón" por mi beso con Anna. Yo me puse a reír con ellos y pedí un Gin Tonic.
-Que sepas que has sido la envidia de media España... Jajaja.-me dijo Quequé.
-Jajaja. No lo dudo... Me ha encantado.-dije sonriendo para darles más envidia.
-¡Eres un cabrón!-me dijeron todos riendo.
Estuvimos bebiendo hasta las dos y media. Llegué a casa a las tres porque el día siguiente había programa. Me puse el pijama y me fui a dormir.
Me levanté a las cinco porque tuve una pesadilla. Recuerdo que soñé que Lara me dejaba por un amigo suyo y algo más que no puedo recordar. Fui a la cocina a beber agua, me dolía la cabeza. Volví a la cama y conseguí volver a dormirme. Me levanté por segunda vez a las nueve y media. Me duché y desayuné aunque no tenía hambre. No sabía por qué pero me encontraba mal anímicamente. Tenía un poco de ansiedad pero me la había formado yo mismo. Creo que tenía miedo de que Lara me dejara. La pesadilla de esa noche me había dejado rallado. Y como el día anterior se había olvidado de nuestra "cita"... aún empeoraba más las cosas.
A las once me fui al programa. Me encontré a Anna por el pasillo y me miró de arriba a bajo.
-Dani, ¿estás bien? Tienes mala cara...-me dijo preocupada.
-No mucho. He pasado una mala noche, nada más.-le dije y fui a mi camerino.
Me estaba leyendo el guión como siempre y oí como alguien abría la puerta. Más gente no, por favor... No quiero hablar con nadie, me encuentro mal, pensé. Me giré y vi a Romina mirándome con la misma cara que acababa de hacer Anna en el pasillo.
-Dani, ¿qué tal? Me ha dicho Anna que te ha visto mal y...-me dijo.
-No me pasa nada, sólo que no he dormido muy bien... Gracias por preocuparos.-dije y la miré a los ojos.
-Baja al comedor para que te den algo. Así te se marcha un poco el dolor de cabeza ¿no?. Venga, que te acompaño.-dijo Romina mientras me cogió del brazo y me acompañó al comedor. Me tomé un ibuprofeno y me estiré en el sofá de mi camerino. Estaba volviendo a repasar el guión cuando me quedé dormido. Al cabo de un rato oí a alguien:
-Dani, vamos despiértate. Dani...-decía. Abrí los ojos lentamente. Vi unos ojos que me estaban mirando. Eran los ojos más bonitos que he visto en mi vida. Eran brillantes y tenían gesto de preocupación. Me levanté lentamente y abracé a la persona que tenía delante. Le olí el pelo. La reconocí enseguida. Lo sabía, era ella.
-Dani ¿estás bien?.-dijo.
-Ahora estoy perfectamente.-dije aún abrazándola.
Nos separamos y nos miramos. No pude evitar volver a abrazarla.
-Gracias Anna, gracias.-dije. Le agradecía que se preocupase por mi, claro, pero sobretodo por hacerme sentir de esa manera. Hacerme sentir tan bien, seguro y arropado. Me hacía sentir que le importaba de verdad, su mirada lo decía todo. Y aunque sólo hubiese sido por un dolor de cabeza, se había preocupado por mi. Eso no se transmite si se quiere, sólo si se siente de verdad. Y ella lo sentía.

Capítulo 18: Por fin

Ya nos estábamos esperando en el sitio de la entradilla. Los dos estábamos nerviosos. Yo más.
De repente el programa empezó y Flo nos presentó. Entramos y nos sentamos en la mesa. Todo iba muy bien pero se nos notaba algo nerviosos. Muy pronto, llegó el momento del beso.
-Te voy a dar un beso.-recuerdo que dijo Anna. En ese momento me levanté de la silla.
Al levantarme, se me vino la imagen de Lara a la mente. No Dani, me dije. Este es tu momento con Anna y nadie te lo va a quitar. Fui delante de la mesa y Anna me miró. Aún me puse más nervioso... Le dije a Flo que nos dejara solos.
-Pero si Dani se caga.. Mira, ahora está nervioso el pobre... que le tiemblan las piernas...-dijo Anna. Tenía razón. Estaba muy nervioso y sonreí para disimular un poco. Me cogió la cara y nos empezamos a reír. Madre mía si hasta nos reímos en un momento como este... Vamos Dani, ha llegado el momento. La miré y por fin, nos dimos el beso. Noté sus labios en los míos. Me encantó y vi que a ella también. Al separarnos, sonreímos como dos tontos... Fue como mi primer beso. Esos nervios que se pasan y esa ilusión en tu primera vez de todas las cosas...
Continuamos el programa, ahora, más relajados y Anna y yo nos íbamos mirando. Qué mujer... No me puedo creer que la acabe de besar, pensé. Además ese día se había puesto guapísima.
Al acabar el programa nos fuimos Romina, Anna y yo en taxi. Anna se sentó en el medio, como siempre.
-Ai qué cuquis habéis estado en el beso...-dijo Romina. Qué bien... Anna y yo intentando evitar ese tipo de comentarios y va Romi y suelta eso...
-Bueno... vale ya de hablar del beso ¿no?-dijo Anna. Estuve de acuerdo con ella.
Llegué a casa algo cansado pero muy relajado. Qué nervios he pasado hoy, me dije. Total por un simple beso... Pero claro, la importancia está en la chica con quién me tenía que besar... Annita pone nervioso a cualquiera...
Seguía pensando en el beso... Estoy seguro que le ha gustado. Estaba tan ocupado pensando en el beso que se me olvidó que había quedado con Lara a las siete! Miré la hora: ¡las siete menos cuarto! Fui a mi habitación, me cambié rápido de ropa y fui de camino al piso de Lara.
Toqué el timbre. Esperé un minuto pero nadie me abrió. Volví a llamar. A lo mejor está al baño, pensé. No, nada. Nadie me abrió y no se escuchaba ni un pequeño ruido. Pero ¿dónde se ha metido esta mujer? Esperé cinco minutos y decidí llamarla. Por suerte, contestó.
-¿Si?
-¿Lara? ¿Dónde estás?-le pregunté.
-Pues de camino al trabajo, ¿por qué?-dijo tan tranquila.
-¿Cómo que por qué? ¡Habíamos quedado! ¿Recuerdas?-dije algo nervioso.
-¡Mierda! Es verdad... Se me olvidó llamarte Dani... Lo siento.-dijo. Pero no parecía muy convencida de sus palabras.
-No pasa nada, tranquila. Mañana hablamos.-le dije. Y colgué.
Qué raro... pensé. Lara nunca ha sido así. Siempre llega temprano a los sitios y nunca se le olvida nada... No lo entiendo. En fin, volví a casa y pasé el resto de la tarde al sofá comiendo y mirando la tele. Me duché y al salir recibí un mensaje de Quequé: "Hemos quedado en el bar de siempre, ¿te vienes?".

Capítulo 17: Bromitas

Estaba estirado en la cama. Lara ya se había ido. Habíamos ido a cenar a un restaurante italiano. No habíamos hablado más sobre el beso que yo me tenía que dar con Anna el día siguiente.Y, no sé por qué pero Lara estaba muy comprensiva con el tema. Todo lo contrario de lo que yo me pude imaginar. A lo mejor no me entenderéis pero me molestó que Lara aceptase el beso a la primera.
Estirado en mi cama, me estaba preguntando qué pensaría Anna de ese beso. Cuando Flo nos lo comentó, a ninguno de los dos nos sorprendió. Sabíamos que los fans del programa querían un beso entre nosotros des de hacía ya tiempo y había llegado el momento. Anna lo aceptó porque en este aspecto es muy profesional; ella sólo hace lo que le piden y lo que está escrito en el guión. Me gusta que sea así.
De tanto pensar, me dormí. El día siguiente me levanté a las diez. Me vestí y desayuné como siempre y luego me fui al programa. La primera persona que vi fue a Juanger.
-Buenos días, Dani. Hoy estarás contento eh pillín...-dijo entre risas refiriéndose al beso.
-Jajaja, hola Juanger...-dije yo.
Me fui a mi camerino y vi que estaba Flo.
-Hola Flo, ¿qué haces aquí?-le pregunté.
-Ei Martínez, tranquilo sólo te traía la ropa del programa de hoy. Irás muy... "guapo".-dijo con la voz que hace siempre al mencionar esta palabra. Y yo me reí.
Me leí el guión y ahí estaba, la parte del beso. Me sonrojé sólo en pensarlo. Cuando acabé de leer fui al baño y por el pasillo me encontré a Romina.
-Ei cuquito... ¿qué, nervioso? Jaja.-me dijo riéndose.
-Que va...-dije poniéndome chulo.
¿Es que todo el mundo me tiene que decir lo mismo? Ai... si,son pesados, si... pero los adoro a todos. Al salir del baño vi a Anna entrando a su camerino. Fui detrás de ella. Entré en su camerino y me senté en el pequeño sofá que hay.
-Hola Dani.-dijo sonriendo.
-Hola Anna... a ti también te han dado la vara con el temita, ¿verdad?-le dije.
-Pues si... qué le vamos a hacer.-respondió.
-¿Me vas a dar el beso?-le pregunté.
-¿Me lo vas a dar tu a mi?-me preguntó ella.
-Jaja, claro.-le dije sonriendo.
-Pues entonces yo también.-contestó, y también sonrió.
-Ya te puedes lavar los dientes eh...-le dije y luego me reí.
-¡Oh! Serás cabrón... ¡Eso te lo tendría que decir yo a ti!-me dijo.
-Jajaja ya ya...-dije. Y me fui riendo solo.
Cuando estábamos comiendo, siguieron con las mismas bromitas. Y para rematar la cosa, Anna y yo nos habíamos sentado uno al lado del otro...
-Mira los cuquis... que hoy se van a besar...-dijo Mónica sonriendo.
-Ooooh qué cuqui!!-respondieron todos a coro. Anna y yo nos miramos y empezamos a reír.
-Soys unos.. ¡sinvergüenzas!-dije en plan coña.
-Tienes toda la razón.-me susurró Anna al oído.
Todos se rieron hasta que Flo puso orden en la mesa y pidió respeto hacia nuestras parejas.
Cuando acabamos de comer, nos vestimos y fuimos a maquillaje. Vi que yo y Anna íbamos conjuntados, con el mismo color de ropa y, al vernos, nos volvimos a reír.
Faltaba poco para empezar el programa pero, sobretodo, faltaba poco para ese beso tan esperado...

dimecres, 27 de juliol del 2011

Capítulo 16: Un poco de alivio

Me fui de camino para casa pensando en el favor que nos acababa de pedir Flo. Para mí no era un favor, ya que yo lo haría encantado pero tenía miedo de la reacción de Lara...
De repente, me vino a la mente la imagen de Anna sin camiseta. Madre mía, qué suerte he tenido, pensé. Suerte por verla y porque no me ha pillado. Llevaba un sujetador negro con un lazo en el medio. ¡Esto no se ve todos los días!! Bff sólo de pensarlo... Tengo que aprender a controlarme más.
Llegué a casa un poco sudado y me duché. Cuando salí de la ducha miré mi móvil: ¡tres llamadas perdidas de Lara!! Me puse nervioso. No sabía si me había llamado para que le diera explicaciones por mi actitud cariñosa con Anna de hoy o para quedar...
Esperé un poco. Merendé y, al acabar, la llamé.
-Cari, ¿me has llamado?-le pregunté con algo de miedo.
Dani! ¿por qué no contestabas?-me preguntó. No sonaba muy enfadada...
-Lo siento, me estaba duchando... ¿qué querías?-le dije.
-¡Pues verte, tontorrón!-me dijo riéndose. ¿Verme? Después de ver a Anna semi desnuda no tenía muchas ganas de quedar con Lara... Qué malo soy. Pero tuve que hacer un esfuerzo.
-Jaja... Vale, ¿dónde quedamos?
-Ahora vengo a tu casa, que tengo unas ganas de verte...-me dijo. Y colgó.
Me puse la colonia que me regaló y la esperé twitteando sentado en el sofá.
De pronto, sonó el timbre.
-¡Ya voy!
Abrí la puerta y allí estaba ella. Se había puesto muy guapa, todo hay que decirlo. Llevaba un vestido ceñido de color blanco, tacones y una bolsa en la mano.
-Vaya Larita... ¡qué guapa estás!-le dije sonriendo y me dio un pico.
-Gracias. Te he traído un regalo...-me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Perfecto, y ahora encima me lleva un regalo... Más mal no me puedo sentir. ¿Cómo le cuento yo ahora el favor de Flo?
-¿Un regalo? ¿Por qué? Qué detallista eres, cari...-le dije.
-Toma, ábrelo.-me dijo. Lo abrí. Era una corbata larga de color azul marino, muy bonita.
-¡Me encanta! Muchas gracias cari, no tenías por qué.-le dije, y le di un beso.
Nos sentamos en la mesa de la cocina mientras nos tomamos un café. Ella hablaba pero yo no la escuchaba... Estaba demasiado ocupado pensando en cómo decirle lo del favor y al final lo notó.
-Dani... ¿qué te pasa? No me estás escuchando y pareces nervioso...-dijo. Cómo me conoce...
-Lara... te tengo que contar algo.-le dije seriamente.
-Dime.-dijo poniéndose igual de seria.
-Pues, hoy, al acabar el programa, Flo me ha pedido un favor, para decirlo de alguna manera... Pero creo que no te va a gustar, vamos, a mi tampoco me gusta, pero-me cortó.
-Dani, al grano.-me dijo.
-Pues nos ha pedido a mi y a Anna que nos demos un beso. Como es San Valentín...-dije. Se quedó en silencio un buen rato. Luego, me miró a los ojos.
-Está bien-dijo.
-¿Está bien?-pregunté muy extrañado.
-Si. Qué le vas a hacer... Es tu jefe y no le puedes decir que no... Aunque me moleste, ¿sólo va a ser un pico, no?-me dijo. Me quedé de piedra, no esperaba esta reacción por su parte, pero me gustó. Por fin, un poco de alivio en el asunto...

Capítulo 15: El favor

Cuando acabámos de comer Anna, Flo y yo nos fuimos a mi camerino para hablar del programa, como siempre. Nos sentamos al sofá: Anna se sentó en medio, yo a su derecha y Flo a su izquierda. Como es habitual, acabamos hablando de nuestras cosas y partiéndonos de risa. Siempre que nos juntamos los tres acabamos igual... ¡Somos unos cachondos! Estábamos riendo y Flo se levantó.
-Jaja, voy un momento al baño que me estoy meando de la risa! Jajaja...-dijo, y yo y Anna aún no partimos más la caja.
Cuando vi que Flo ya se había ido me puse serio de golpe. Ups... Flo nos ha dejado a mi y a Anna solos... pensé. Veo que ella también ha parado de reírse. Qué tensión. Me da miedo mirarla... Pero he dicho que ya basta. Me da igual todo. La miro y veo que ya me estaba mirando. Me sonríe. Uf, me pone nerviosísimo... Le respondo con otra sonrisa.
-Madre mía, siempre acabamos igual...-dije.
-¿Igual como? ¿Riéndonos o... tu y yo solos?-dijo sin sonreír. ¿Y ese comentario? Qué raro...
-Riéndonos... aunque lo segundo también es verdad...-dije y al final sonreí. Uf, Dani, contrólate.
-Jaja, pues sí...-respondió. ¿Y ahora qué le digo?
-Oye... ¿ya has pensado en la entradilla de hoy?-dije sonriendo por dentro al recordar la de ayer.
-No... Hoy te la dejo a ti. Me voy a mi camerino.-dijo.
-Mmm... vale. Voy a pensar y luego te digo algo. ¡Chao!-le dije mientras se iba.
Qué mala es... Ahora tengo que superar su idea de ayer. Estuve un buen rato pensando, encerrado en mi camerino hasta que Mónica me dijo que faltaba poco por empezar. Bajé a plató y me encontré a Anna apoyada en la pared en la entrada del plató.
-¿Qué, ya lo tienes?-me preguntó con aires de superioridad.
-Pues sí, te vas a cagar...-le dije aún muy seguro de mí mismo.
Y me dirigí a la zona del Ranking para repasar todo lo que teníamos que hacer.
Al cabo de un rato nos mandaron a nuestras posiciones porque ya empezaba el programa.
-Bueno qué, ¿me lo vas a contar o tengo que adivinarlo por mi cuenta?-me preguntó Anna.
-Pues... tu quédate así como estás y ya está.-le dije.
-Miedo me das...-me dijo. Y me puse a reír. Me miró y también se rió.
De repente me di cuenta de que ya había empezado el programa y Flo ya estaba sentado en la mesa.
-Pues esto no sería posible sin... ¡Anna Simón y Dani Martínez!!
Anna me miró con cara de asustada. Me abrí de brazos y me tiré encima suya. La achuché muy fuerte y no la solté hasta que me empujó.
-¡"Pesao"! ¡Que eres un "pesao"!!-dijo mientras se reía.
El programa de ese día fue muy bien. Anna y yo nos mirábamos y nos reíamos. Flo también estuvo genial y me harté de reír con él. En el Ranking entraron Anna y Romina, Annita no paraba de seguirme, tocarme y pegarme con el corchopán. Cada vez que la miraba sonreía, y por pequeña que hiciera la sonrisa siempre se la veía.
Al acabar el programa nos fuimos todos a nuestros camerinos. Me acababa de cambiar cuando Flo abrió la puerta de mi camerino.
-Dani, tengo que hablar con Anna y contigo. Vamos a su camerino.-me dijo.
Nos dirigimos al camerino de Anna, yo, más feliz que un regaliz y Flo mirándome un poco extrañado. Entré yo primero y abrí la puerta lentamente. Vi que Anna se estaba poniendo otra camiseta y ¡la pillé en sujetador!! Por suerte no me vio. Cerré la puerta enseguida.
-¿Qué pasa?-me preguntó Flo.
-Anna se está cambiando.-le dije ríendome. Flo me miró con cara de padre.
-Anda Martínez, mira que estás salido...-dijo riéndose.
Al final entramos en el camerino de Anna. Y Flo nos pidió un favor para el programa del día siguiente.
Ui... Esto no le va a gustar a Lara...

Capítulo 14: Ya basta

-¿Qué dices? ¿De qué quieres hablar?-le pregunté extrañado.
-Mira Dani, no disimules más. Si no estamos igual que antes es por tu parte, no por la mía. No sé que te pasa, si yo tengo algo que ver o no, pero últimamente estás muy raro. Ya no me miras como antes, ni me sonríes... Cuando me acaricias parece que lo hagas por obligación. No tienes ganas. Ya no me deseas como antes ¡y yo no entiendo nada! Y para rematar la cosa, acabo de ver el programa de hoy y te he visto de lo más cariñoso que nunca con Anna... ¡Más cariñoso que conmigo! ¡Que soy tu novia, Dani! ¿Me vas a contar de una vez por todas lo que te pasa? No podemos seguir así...-dijo indignada. Noté rabia en sus palabras. Me dio pena. Al fin y al cabo, Lara tenía razón. Se lo estaba haciendo pasar mal a ella y eso es lo último que pretendía. Pero... ¿Qué tenía que decirle? ¿Romper con ella y volver a rallarme por Anna? No. Eso sí que no. Anna está con Miki y yo con Lara. Por mucho que me cueste aceptarlo.
-Lara... tienes toda la razón. No me pasa nada, sólo que últimamente estoy muy cansado, Flo me pidió que pusiera más entusiasmo en los programas y doy todo lo que puedo y luego en casa no rindo. Y sobre lo de Anna, eso es puro guión, ya lo sabes. No quiero hacerte daño. Lo siento, de verdad. No te mereces esto.-le dije. Entonces me miró y nos abrazamos. Le dí un beso en la mejilla y me dijo que se tenía que ir a preparar su programa.
Me quedé solo, sentado en el sofá. Pf... estoy hecho un lío, me dije. No sólo estoy saliendo con la chica a la que no quiero sino que además le he mentido... ¡Pues claro que pasa algo! Que no la quiero como a una pareja y Anna me está volviendo loco otra vez... ¡No, otra vez no, Dani! No quiero volver a sufrir... Me estiro al sofá. Intento no pensar en ello, si pienso más, me acabaré volviendo loco de verdad. Cierro los ojos y me imagino cómo hubiera sido la reacción de Anna si llego a besarla en los labios... Luego me viene a la mente la reacción de Lara y me vuelvo a enfadar conmigo mismo. No puedo continuar así.
Me dolía la cabeza y estaba cansado. Ya era tarde así que me duché, cené algo rápido porque no tenía mucha hambre y me fui a dormir. Me dormí enseguida. Esa noche dormí profundamente, lo necesitaba.
Me levanté a las diez porque ya no tenía más sueño y desayuné fuerte. Me vestí y como ya eran las doce me fui directo a trabajar. Fui el primero en llegar, luego llegó Flo y luego Romina. Anna como siempre la última, por dormilona.
Me dieron el guión y fui a mi camerino a leerlo. Una vez leído, salí e iba directo al baño cuando me crucé con Annita.
-¡Buenos días!-me dijo sonriendo. Ui, ¡qué contenta estaba! Debería haber dormido genial, como yo.
-Hola Annita.-le dije y entré al baño.
Al salir bajé a comer con todos y Anna se sentó a mi lado, Romina en frente y Flo más lejos con Legi. Qué bien olía Anna, me encanta esta mujer. Nos pusimos a comer y Romina nos contó que había salido en la revista FHM mientras nos enseñaba las fotos. Yo y Anna nos reímos de sus poses pero en "plan coña" y ella hacía ver que se cabreaba. ¡Qué bien me lo paso con éstas dos! Pensé. Romina es muy buena tía y me cae genial y Anna, mi cuqui... No quiero pensar en lo que siento por ella...
Otra vez, me estoy volviendo a engañar a mí mismo, ya basta.

Capítulo 13: Un beso

No rompí con Lara. No era capaz. ¿Qué le decía yo si me preguntaba por qué la dejaba? No podía... Hacía semanas que les había dicho a todos los del equipo que estaba saliendo con Lara. Anna también lo sabía pero creo que no se alegró mucho por mi. Ella estaba enfadada conmigo. Si supiese que no le hablo por no sufrir... pensaba yo.
A la semana de salir con Lara, Anna volvió a hablarme. Aunque yo tratase de evitarla. Me miraba mucho y me sonreía. Durante los programas aprovechaba para estar más cariñosa conmigo y reírnos juntos. No puede ser... pensaba. ¿Por qué ahora está tan cariñosa conmigo? Aún me lo pone más difícil... Ahora que me he dado cuenta que no siento nada por Lara va y se me pone así de amable...
A la vez, Lara me notaba más distante con ella. Yo intentaba ser cariñoso pero ella veía todo lo contrario. Me decía que no estábamos como antes y que no sabía qué me pasaba. Recuerdo que una vez se enfadó conmigo de verdad. Ese día estaba en mi camerino cuando Anna me llamó:
-Dani, ven que tenemos que preparar la entradilla.-me dijo.
-Ya voy.-respondí.
Bajamos al plató, y nos colocamos justo en el sitio donde entramos cada día.
-¿Tienes alguna idea?-me preguntó.
-No sé... Mm... No se me ocurre nada, ¿y a ti?-dije.
-Bueno, he pensado que nos podríamos dar un beso...-me propuso sonriendo. Madre mía Anna, no me lo pongas más difícil... pensé.
-¿Un beso? ¿Dónde?-pregunté un poco asustado.
-¡En la mejilla bobo! A no ser que tengas otra propuesta...-dijo riéndose.
-Te lo doy en la boca...-dije. ¡Mierda! ¿Lo he dicho en voz alta?
-Jajaja ¿qué has dicho?-preguntó sonriendo.
-¡Que me lo des en la boca! Jaja.-dije intentando decirlo en plan broma.
-Vale. Yo pongo los labios y tu ya harás lo que quieras.-me dijo poniéndose "chulita".
-Está bien.-contesté. Y me fui a mi camerino. Dios mío y ahora qué hago... ¿Por qué ha aceptado mi propuesta? Anna está muy rara últimamente... No entiendo a qué viene esto.
Me llamaron y volví a bajar al plató porque el programa estaba a punto de empezar. Voy a hacer lo que me salga, me dije. Empezó el programa. Flo nos presentó a mi y a Anna. La miré y vi que estaba poniendo los labios para que le diera un beso. Me besé el dedo índice y lo puse en su boca.
-¡Oh! ¡Qué soso eres!-dijo en plan broma mientras estaba ya andando para entrar al plató.
Y también me reí. Estuvimos todo el programa mirándonos y riéndonos de las mismas cosas... Al finalizar el programa me fui corriendo hacia mi camerino, me cambié y me fui a casa. No quería hablar con Anna por miedo a que me consiguiera sacar algo más de mi boca que yo no quería decirle. Al llegar a casa vi a Lara sentada en mi sofá.
Cari! ¿Qué haces aquí?-le pregunté sorprendido. Ella vivía en su propio piso.
-Tu y yo tenemos que hablar.-me dijo muy seriamente.