divendres, 29 de juliol del 2011

Capítulo 21: Risas y mucho baile

Romina, Anna y yo habíamos quedado en mi casa a las nueve y media para ir a cenar. Yo me duché, me puse colonia y me vestí. Me puse una camisa de cuadros de color azul, unos tejanos negros y mis Converse. A las nueve y media bajé al portal de mi edificio y ahí estaba Anna esperando. Romina aún no había llegado. Anna iba espectacular, como siempre; llevaba un vestido ceñido palabra de honor negro, unos tacones negros y se había maquillado y planchado el pelo. La miré y le brillaban los ojos. Nos saludamos y nos dimos dos besos.
-Estás guapísima Annita.-le dije mirándola de arriba a bajo.
-Gracias Dani, tu tampoco estás mal.-me dijo respondiendo a mi mirada.
Romina, no me hagas esto, pensé. Cuando se le haya ocurrido no venir por cualquier excusa, no se lo perdonaré nunca. No me veía capaz de poder controlarme si iba a cenar a solas con Anna. Por suerte, a los tres minutos de espera, llegó Romina. También se había puesto muy guapa; llevaba un vestido amarillo con unos tacones del mismo color.
Cuquis! Ya estoy aquí. ¿Nos vamos?-dijo Romina al llegar.
Nos fuimos a un restaurante que no había visto en mi vida y nos sentamos. Pedimos la cena y nos la llevaron. Estábamos sentados en una mesa de cuatro personas: Romina y Anna se habían sentado una al lado de la otra y yo me había sentado frente a Anna. Estuve toda la cena sin parar de observar su belleza. No podía mirar a otro lado. Mis ojos iban directos a ella todo el rato. Romina pidió dos botellas de vino. Empezamos a beber mientras comíamos, a hablar de nuestras cosas y a reírnos sin parar. Anna me iba mirando y nos reíamos juntos.
-Ai Romina, ¡no sé qué vino has pedido pero esto me está subiendo!-dijo Anna riéndose como una loca. Y yo y Romina nos partimos de risa con ella.
Al acabar de cenar nos fuimos a una carpa cerca del restaurante dónde ponían música y pedimos tres mojitos. Al acabárnoslos empezamos a bailar como locos en medio de la "pista". Romina se subió a una especie de pódium que había y empezó a bailar y a gritarnos:
-¡Chicos, venid, subid aquí que esto sí que mola!!-dijo riéndose.
Yo y Anna nos miramos y nos regalamos de ella. Romina iba como una cuba...
-Yo no me pienso subir ni loca, ¿y si se cae?-me dijo Anna al oído.
Al poco rato, Romina se bajó y empezó a hablar con el DJ. De repente, Anna me cogió la mano.
-¿Bailamos?-me dijo sonriendo.
-¡Claro!-le dije devolviéndome la sonrisa.
Y nos pusimos a bailar sin parar de mirarnos, sonreírnos y hacer tonterías. Esta chica me tiene loco... loco de verdad, pensé mientras la miraba bailar. Si Lara nos viera...
-Mira a Romina... ¡Pero si está ligando con el DJ!!-me dijo Anna y nos pusimos a reír otra vez, como locos.
Romina había roto con su novio hacía una semana porque estaban mal y no sé qué movida más... Anna y yo ya estábamos cansados de bailar y nos sentamos en un sofá doble de color blanco. Al sentarnos, vino un camarero y nos puso dos chupitos en la mesa.
-Perdona, pero no hemos pedido nada.-le dijo Anna.
-Os invito, ¡por ser la pareja más guapa de la noche!-nos dijo el chico.
Anna y yo nos volvimos a mirar con cara de sorprendidos y cogimos el chupito.
-¡Por nosotros!-dijo Anna al tocar su vaso con el mío. Y nos lo bebimos.
Noté una mano acariciándome la espalda. Era Anna. Ya iba borracha. La miré y me abrazó.
-Eres muy guapo.-me susurró al oído.
Esto acabará mal... pensé.

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