divendres, 29 de juliol del 2011

Capítulo 22: No puedo más

Mientras nos estábamos abrazando yo también le acaricié la espalda. Apoyé mi cabeza sobre su hombro mientras la olía. Llevaba una colonia muy buena. Ella también apoyó su cabeza sobre el mío. Me miró y me sonrió.
-Tu sí que eres guapa.-le susurré. Al oírme volvió a sonreír mientras le brillaban los ojos como diamantes. Madre mía, juro que no he visto mujer más guapa en mi vida...
Nos estábamos acercando demasiado y noté sus labios en mi cuello.
-¡Chicos! ¡Me habéis dejado sola!-oí decir a Romina y, muy rápidamente, me separé de Anna. Qué oportuna Romi... pensé. Justo cuando Anna me estaba dando un beso en el cuello...
-Es que estabas ligando con el DJ guapita...-le dijo Anna que ya ni se aguantaba, entre el cansancio y que estaba borracha...
-Jajaja, es mono, ¿verdad?-dijo Romina aún riéndose.
Estuvimos un rato más sentados pero ahora hablando con Romina, bueno, si se puede decir que manteníamos una conversación con sentido, porque era casi imposible. Y nos fuimos andando. Yo tuve que sujetar a Anna durante el camino porque casi ni se aguantaba. Notaba su respiración en mi cuello porque tenía su cabeza apoyada en mi hombro.
-He bebido demasiado...-me iba repitiendo al oído. Tenía razón. No estaba muy acostumbrada a beber y le había subido enseguida. Yo también iba bebido pero no tanto. Acompañamos a Romina hasta su casa y se despidió aún riendo.
Chao cuquis! Que guapos sois jaja. Os quiero mucho.-dijo al despedirse. Y entró en su edificio.
Yo tenía que acompañar a Anna hasta su casa pero también me costaba andar porque ya estaba muy cansado. Me pesaban los párpados y tenía mucho sueño. Llegamos a mi casa. La de Anna estaba un poco más lejos pero yo ya no podía más.
-Ven, vamos a descansar un poco en mi piso y luego te acompaño al tuyo, que ya no puedo más.-le dije al abrir la puerta.
Ella no respondió. Aún seguía agarrándome por la cintura con la cabeza apoyada en mi hombro. Entramos en casa y se sentó al sofá. Yo fui a la cocina y le traje un vaso de agua.
-¿Quieres?-le dije. No me contestó pero cogió el vaso y se bebió todo el agua. Me senté a su lado y volvió a apoyar su cabeza en mi hombro.
-Ai Annita... tienes razón, has bebido demasiado.-le dije acariciándole el brazo derecho.
-Gracias por aguantarme esta noche.-me dijo.
-No seas tonta, si me ha gustado.-le dije mirando su vaso vacío.
-No, de verdad.-dijo girando su cabeza para mirarme.-Eres genial Dani.
-Va, calla que estás borracha.-le dije.
-Pff no puedo más...-dijo. De repente, se levantó y fue andando por el pasillo. Me levanté y fui hacia mi habitación. Ahí estaba; estirada en mi cama con los ojos cerrados. Sonreí sólo en verla. Cómo te adoro... pensé aún mirándola. Me tumbé a su lado, yo tampoco podía más.
Me giré de caras a ella y le acaricié la cara con mi mano.
-Pf, Annita, eres preciosa.-dije en voz alta.
-Mmmm...-dijo. Se estaba durmiendo.
-Cuqui no te duermas que te tengo que acompañar a tu casa...-dije yo bostezando.
-Mmmm...-volvió a decir. Sonreí. No puedo más... me da igual todo. Le quité los tacones y me quité mis zapatos. Me volví a tumbar a su lado y me cogió la mano. Cerré los ojos y me dormí en un segundo.

1 comentari:

  1. jajajaj estás en racha!! q tiernos!! XD mas! sube otro antes de mañana anda!

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