divendres, 2 de setembre del 2011

Capítulo 94: Desorientado

Después de eso volví a casa en coche. Me senté en el sofá y encendí la televisión. Cambié de canal y se me puso la cadena NEOX. Vaya, dentro de un mes estaremos en esta cadena con un nuevo programa... pensé. Se me hace un poco extraño pero supongo que ya me acabaré acostumbrando, como a todo. Y pensando en el programa, no pude evitar pensar en Anna. Otra vez. Y de repente, me vinieron muchísimas ganas de abrazarla, de besarla y de tenerla a mi lado. Mierda, mañana no podremos quedar después del programa ya que ella se va a Mollet... Uf, necesito quedar con ella antes de que pase este finde. ¡La necesito!! Me levanté rápidamente del sofá apagando la tele a la vez y me fui a mi cuarto. Abrí el armario y me cambié de ropa. No sabía muy bien lo que estaba haciendo, sólo sabía que quería ver a Anna. Y lo iba a hacer. Sentí que la iba a perder si no la veía antes de mañana. Me puse una camiseta de manga corta de color verde, esa que ya llevé en un programa y unos tejanos. No pensé ni en ponerme colonia, me daba igual. Salí de casa casi corriendo y fui también corriendo hacia su casa. Hacia el edificio de Anna. No quise coger el coche. Aunque parezca una tontada, me parecía que mis piernas irían más rápido que mi coche. Me choqué con varia gente pero en ese momento no me daba cuenta. Sólo estaba pensando en verla a ella. Con unas ganas tremendas de abrazarla y tenerla junto a mi una vez más. Me estaba cansando. Y si... ¿esto que estoy haciendo es una tontería? ¿Y si no sirve para nada ir a ver a Anna ahora? me pregunté. A lo mejor soy yo el que me he emparanoyado y no pasa nada si no voy... Pero me da igual. Algo me dice que tengo que ir. Y como tengo ganas, lo voy a hacer. Ahora estaba andando deprisa. Me había cansado y ya estaba a punto de llegar. Hice mi último spring al ver su edificio de lejos. Hasta conseguir llegar. No toqué el timbre ya que la puerta de abajo ya estaba abierta. ¿Será cosa del destino? Me temo que no... ¡Subí las escaleras de tres en tres! Acabé cansadísimo y con la respiración entrecortada. Por fin llegué. Ahí estaba, su puerta. Y apoyándome en la pared del cansancio, llamé al timbre dos veces seguidas. Me peiné un poco aunque no había ningún espejo y me quité el sudor de la frente. Me coloqué bien para recibir a Anna y esperé a que me abriera. Pero esto no ocurrió. Volví a llamar al timbre. A lo mejor está en el baño... No. Esta vez tampoco me abrió. Joder, joder, joder!! Lo que me faltaba... ¿Dónde se ha metido esta chica ahora? Me senté en su felpudo, con la espalda apoyada en su puerta y allí, de brazos cruzados, me propuse esperarla. Cerré los ojos. Madre mía, qué cansado estoy... Anna vuelve ya o me voy a dormir aquí... vuelve Ann... vuelv...

Sentí que alguien me estaba moviendo para despertarme. Abrí los ojos lentamente. ¿Dónde estoy? Estaba un poco desorientado. Me giré y al ver la puerta de su casa me volvió todo a la memoria.
-¿Dani? ¡Dani!!-me estaba gritando. Me volví a girar y vi unas piernas blancas y finas en frente mío.
-¿Qué p.pasa?-dije con los ojos aún medio cerrados contemplando esas preciosas piernas. Que a la vez, me estaban pareciendo muy sexys... Un momento, ¿sexys? Estas piernas sólo pueden ser de...
-¿Dani, qué haces aquí? ¿Te encuentras bien? ¿Dani, estás bien? ¡Responde!!-se acababa de agachar para estar a mi altura. ¿Por dónde iba? Ah si... sólo pueden ser de Anna. Mi Anna.

9 comentaris:

  1. Madre mia!! y me tngo q ir asi!??!?!? voy a morir! GENIAL! xD buen finde! ;)

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  2. que cuqui... Se ha quedao dormidino en la puerta... :)

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  3. Cómo os gusta la intriga a todas manda narices >.<

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  4. Jajajaj tienes razón, nos encanta ^.^

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  5. Aishh me encanta que Dani se haya dejado llevar yendo a visitar a Anna, y luego dormidito apoyado en la puerta *-*

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  6. Qué cuqui, dormidito en la puerta, me encanta ! (: Siguiente por favor ^^

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