dilluns, 1 d’agost del 2011

Capítulo 34: Seguro de mi mismo

-Para... comer algo también ¿no? ¿O sólo me vas a dar esta cerveza?-le dije sonriendo. Lo sé, soy un cagado. Pero es que me miró y la vi tan feliz de estar conmigo. De verme, de tenerme a su lado que no pude decírselo. No fui capaz.
Estuvimos en su casa toda la tarde y miramos una peli. En algunos momentos tenía ganas de decírselo pero cuando iba a hacerlo me cogía del brazo o me acariciaba... y no podía.
Al acabarse la peli me levanté y le dije que me iba.
-¿Ya? No quieres...-me dijo sonriendo y girando la cabeza.
-No... no puedo.-le dije.
-¿Por qué? Ya es la segunda vez en esta semana que huyes de mi, ¿qué pasa?-me dijo algo cabreada.
-Nada, mañana quedamos y te lo cuento. Ahora me tengo que ir...-le dije y me fui casi corriendo de su casa sin dejar que me dijera nada más.
Joder, joder, joder... Anna me va a matar. Soy un imbécil y un cagado. Me fui a casa intentando olvidarme de todo y me estiré al sofá. Cerré los ojos y de tanto pensar en lo que acababa de suceder me dormí. Me desperté a las cinco de la mañana porque me dolía la espalda. Estaba un poco desorientado. Entonces me acordé de que me había quedado dormido en el sofá. Me levanté, me puse el pijama y volví a dormir a la cama.
Me volví a despertar a las nueve. Ya no tenía más sueño así que me levanté y me duché. Desayuné, fregué el piso y me fui al programa.
Al llegar vi que Anna acababa de entrar en su camerino. Abrí la puerta y entré.
-Annita...-le dije mirándola de arriba a bajo.
Dani!-dijo y me abrazó. Supongo que ya daba por hecho de que se lo había dicho a Lara. Me iba a besar cuando se paró y me miró a los ojos.
-¿Ya se lo dijiste?-me dijo. Me puse nervioso. Le aparté la mirada y me puse serio.
-Pues... no pude.-dije tan bajo que casi se lo susurro.
-¿Qué?-dijo separándose de mi. Sabía que ya me había oído. La miré con cara de culpable.
-Joder Dani, yo que tenía ganas de besarte y estar contigo... Siempre igual. Vete.-me dijo muy seria y sin pensármelo dos veces, me fui a mi camerino. Ya estoy harto, quiero a Anna y quiero estar con ella de una vez. Tenía unas ganas de besarla y abrazarla yo también... Decidido, esta tarde se lo digo, pensé. Ya basta.
Comí e hicimos el programa. Anna estuvo igual que el día anterior conmigo, sin hecharme miraditas ni sonreírme... Llegué a casa y le envié un mensaje a Lara: "Ahora vengo ok?". Al cabo de dos minutos me contestó: "Ok". Me cambié de ropa y fui de camino a su piso. Toqué el timbre y recé para que esta vez me lo pusiera más fácil. Por suerte, me abrió muy seria.
-Hola Dani.-me dijo y me dio dos besos. Qué raro... Aún debía seguir enfadada por lo de ayer.
-Hola.-le dije y entré. Nos sentamos al sofá y la miré a los ojos. Me sentía seguro de mi mismo y se lo iba a decir.
-Lara, te tengo que contar algo. Mira, te lo iba a contar ayer pero no fui capaz. La razón por la que he venido es porque...-la miré y me estaba mirando a los ojos. No me dijo nada.
-Lara, me he enamorado de otra chica.-su cara al oír estas palabras fue un poema. No se lo esperaba para nada y ni se inmutó.-Lo siento muchísimo. Sé que no te lo mereces por eso no pude decírtelo ayer. Pero ya no puedo más y tienes que saberlo... Lara yo te tengo mucho cariño y te quiero pero no de la misma forma que tú me quieres a mi...
En ese momento paré de hablar porque bajó la cabeza y se giró un poco hacia el otro lado. Vi como caía una gota des de sus ojos al sofá haciendo que éste se mojara: estaba llorando.

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