Capítulo 61: Miedo y nervios, muchos nervios

Ese domingo me levanté a las nueve. Bajé a un bar a desayunar y estuve el resto del día en el teatro donde iba a hacer el bolo para prepararlo todo. Ya se estaba haciendo de noche y Anna aún no me había llamado. Me estaba volviendo a rallar y en ese momento recibí un mensaje. Era de Anna. ¿Un mensaje? Me dijo que me llamaría... pero bueno. Lo leí: "Mucha suerte para esta noche amor. Tk." Me encantaba que me dijese "amor" pero yo estaba esperando una llamada! Me cabreé un poco y después de un rato le contesté con otro mensaje: "Gracias cariño. Te quiero." No podía enfadarme con ella...

-Dani, ¿nervioso? ¡Ha venido mucha gente! Hoy triunfarás, jaja.-me dijo mi amigo.

-¿Si? Gracias!-respondí sin ganas. No estaba pensando en la actuación. Venga Dani, concéntrate, me dije. Esto nunca me había pasado. Faltaba media hora para mi actuación y tenía que repasar todo el texto. Me costó pero lo volví a ensayar por última vez. La actuación ya empezó y al acabar todo el mundo me dijo que había estado genial. El público me estuvo aplaudiendo durante toda la actuación y me sentí muy arropado.

Cuando acabé me fui corriendo al hotel, recogí mi maleta y me fui de nuevo hacia Madrid porque el lunes tenía programa. Llegué a Madrid a las 3:00 y me fui a dormir.

El lunes me desperté a las 10:30. Me duché, casi ni desayuné y me fui al programa. Al llegar me encontré con Anna en el pasillo de los camerinos. La miré y al verme me hizo una sonrisa algo forzada... Mmm... esto no me gusta.

-Buenos días cari.-le dije esperando que me recibiera con un buen beso.

-Buenos días Dani.-me dijo y entró en su camerino. Me quedé de brazos abiertos, la iba a abrazar pero al parecer, se me escapó. Romina me pilló solo aún con los brazos abiertos y con una cara de tonto que ni yo me la creía.

-¡Cuquito!-dijo corriendo a abrazarme.-Oh, ¡qué recibimiento!

-Jaja Buenos días Romi.-le dije sin esperarla y me colé a mi camerino.

¿Qué le pasa a Anna? Hoy la noto rara conmigo... Bueno, hoy y ayer porque no me llamó... Decidí esperar un rato y llamé a la puerta de su camerino. Me abrió y me miró con miedo. Yo puse cara de extrañado y entré.

-Anna, ¿te pasa algo conmigo?-le dije mirándola a los ojos.

-¿Qué? No, ¿por qué dices eso?-me preguntó. La notaba nerviosa.

-Ayer no me llamaste, sólo me enviaste un mensaje, hoy no me has dado ni un simple abrazo que al final me lo ha tenido que dar Romina y ahora me abres y me miras como si tuvieras miedo de algo... ¿se puede saber qué coño te pasa?-le pregunté. Ya estaba enfadado.

-Está bien... Dani, nosotros quedamos en que a partir de ahora no nos guardaríamos nada ¿verdad?-me dijo.-Pues te lo voy a contar.

Me puse nervioso, porque ella también lo estaba. Me estaba preocupando, no sabía a dónde iría a parar.

-Cuéntame.-le dije serio.

-El sábado estuve en casa de mis padres como te dije y, por lo visto, mi madre había llamado a Miki el día antes para que también viniera... Ya te conté que el otro día estuvo a punto de llamar al timbre de mi casa pero no tuvo valor. Pues esta vez si lo tuvo, y vino. Yo no me lo esperaba para nada y no supe cómo reaccionar. Al verle en mi casa con mis sobrinos me puse muy nerviosa. Mis padres aún no sabían que habíamos cortado y Miki se lo contó. Mi madre me riñió y me dijo que cómo había podido dejar a Miki, etc... Entonces decidí hablar con Miki. Yo no entendía nada, es más, no me lo podía creer. Me enfadé con él por haberse presentado así sin decirme nada y me pidió perdón. Perdón por todo, por su comportamiento durante estos días y por haberme gritado por teléfono, etc. Y me pidió que volviera con él...

-Un momento. ¿Qué? ¿Te pidió que volvieras con él? ¡Pero este tío está mal de la cabeza o qué!! ¿Después de todo el daño que te hizo? Vamos, no me lo puedo creer ¡este tío es un puto cabrón!!-dije gritando de los nervios. Me había enfadado de verdad y la cara de Anna era un poema.