divendres, 5 d’agost del 2011

Capítulo 44: Enamorados

-Uff, cómo me duele que hagas eso.-dije tapándome los ojos con el brazo para no ver la luz del sol.
-Jajaja, ¡venga levántate, exagerado!-me dijo riéndose. Yo me mantuve en la misma posición y noté como se sentaba en el lado de la cama dónde yo estaba. Me giró y me quitó el brazo de los ojos. Al abrirlos vi que estaba a dos centímetros de mi cara.-Levántate cari.-dijo.
Yo la empujé hacia mi para que me besara y lo conseguí. Se rió al separarse y me levanté.
Fui hacia el baño para lavarme la cara y al mirarme al espejo la vi detrás de mi. Se me acercó y me acarició el torso por detrás dándome un beso en el cuello.
-¿Me visto y me llevas a casa? No tengo nada que ponerme...-me dijo.
-Tú también... mira que no intuir que te ibas a quedar a dormir...-le dije sonriendo.
-Jajaja, si que lo intuí pero no quería que lo supieras.-dijo dándome otro beso en el cuello y marchándose hacia la habitación. La observé mientras se iba. Estaba en ropa interior y la miré mientras se ponía el vestido y los tacones de anoche. Yo aún iba en calzoncillos. Entré en la habitación y también me vestí. Me acababa de poner los tejanos cuando la vi mirándome.
-¿Qué?-le dije sonriendo.
-Cada día te veo más guapo.-dijo.
-Eso es porque te estás enamorando de mi...-le dije acercándome a ella y cogiéndola por la cintura.
-No.-me respondió seria.
-¿Ah no?-dije inclinando la cabeza hacia un lado.
-No. Ya lo estoy.-dijo y me besó. Yo también, pensé.
Fuimos a la cocina y desayunamos muy poco porque ninguno de los dos teníamos hambre. No sé por qué pero cuando estoy con ella nunca tengo hambre. Al acabar la llevé en coche hasta su casa. Por el camino hablamos.
-Dani, esto nuestro no lo tiene que saber nadie ¿eh?
-Ya lo sé. No sé que nos dirían si lo supieran... a lo mejor lo aceptarían ¿no?-dije.
-Ni lo pienses... No quiero que lo sepa nadie del programa... es lo mejor.-me dijo.
-Está bien, no te preocupes por eso.-le dije acariciándole la mano.
Al llegar a su casa nos despedimos con un pico porque nos íbamos a ver en poco rato en el programa. Yo me fui ya directamente al programa. Fui el primero en llegar y me encerré en mi camerino. A los diez minutos entró Flo.
Ei Martínez!-dijo cerrando la puerta.
-Hola Flo, estaba repasando el guión.-le dije. Se sentó en el sofá y estuvimos hablando un rato de nuestras movidas. De repente me soltó.
-Una pregunta, ¿qué te traes últimamente con Annita?-me quedé de piedra.
-¿Con Anna? Nada, ¿por qué?-le dije lo más natural posible.
-Ah... No sé, os veo raros estos días. Durante los programas os miráis mucho y a veces te tengo que parar, ¿recuerdas?-dijo sonriendo.
-Jaja, es que siempre que puedo pillar cacho, ya sabes... Pero que no tenemos nada, enserio. ¡Ya te lo hubiera dicho!-mentí.
-Vale, vale. Bueno pues te dejo con lo tuyo, voy a llamar para ver cómo está Juanito.-me dijo. Su hijo se había puesto enfermo, pero nada grave. Cuando se fue me senté en el sofá esperando a Anna, ¡no podía estar una hora sin ella! Ya la echaba de menos...

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