dimarts, 23 d’agost del 2011

Capítulo 84: La mujer perfecta

Seguía en mi camerino repasando el guión cuando oí unos pasos. Sabía que era ella, acababa de llegar. Oí la puerta de su camerino cerrándose. Quiero ir... me dije a mi mismo. Pero no sé si debo... Anna me regañará si voy aunque sé que ella tiene muchas ganas de que vaya... Esperaré un poco. Estuve un cuarto de hora más en mi camerino y, de pronto, llamaron a la puerta.
-¡Pasa!-grité para que me oyera. Me puse nervioso de repente, aunque no sé por qué... Abrió la puerta y me miró seriamente.
Cuqui! ¿Qué haces aquí?-le dije sonriendo.
-¡Lo qe tu no has hecho! ¿Qué pasa, hoy no vienes a mi camerino...?-sonaba ofendida pero en gran parte lo hacía de broma. Me puse a reír y cerró la puerta.
-¡Eh! Martínez, ¡no te rías de mi!-me dijo también sonriendo y señalándome con el dedo índice.
-Jajaja, es que eres muy graciosa cari...-le dije abrazándola para que me "perdonara". Se le escapó una sonrisa tonta y le di un beso en la mejilla.
-Es que no he podido resistirme a venir...-me susurró al oído.
-Ya... ahora me entiendes, ¿verdad?-le dije riendo.
-¿Osea que lo hiciste para conseguir que viniera yo hoy?-me dijo separándose.
-Jajaja, si... Para ponerte a prueba...-dije aún riendo.
-Qué tonto eres...-sonrió y la volví a abrazar.
-Un tonto que ha conseguido a la mujer perfecta. A la que todos los hombres querrían.-le susurré. Entonces no sonrió, ni se rió. Me abrazó más fuertemente y me dio un tierno beso en el cuello. Me aparté para mirarle los labios y la besé con mucho amor. Me estaba respondiendo al beso y noté que sonreía. Se separó y me miró fijamente a los ojos.
-No seas exagerado...-dijo sonriendo.
-Sabes que no lo soy.-le dije serio. Volvió a sonreír y me dio otro beso.
-Me voy.-dijo. La agarré del brazo empujándola hacia mi y la volví a besar, ahora con más ganas y más pasión.-Ummm...
-¿No te ibas?-le dije separándome.
Dani!-me pegó en el brazo pero no me hizo daño.
-Jajaja, es broma mujer...-le dije y le di un pico.
-Ai... Me voy. Chao.-dijo sin responderme al pico y se fue. Me quedé quieto durante unos segundos con una sonrisa tonta y al darme cuenta me reí de mi mismo. Estuve un rato más en mi camerino hasta que llegó la hora de comer. Bajé y me encontré con Anna por los pasillos. Ella iba delante mío y no me había visto. Corrí sin hacer ruido hasta ella.
-¿Dónde vas, guapa?-le susurré al oído. Se asustó y se giró rápidamente. Al ver su cara, me puse a reír como un loco.
Dani! ¡No me pegues esos sustos, animal!!-gritó enfadada.
-Jajajaja. ¿Quién creías que era, boba?
-Yo que sé, ¡pero me has asustado!-dijo poniéndose a mi lado.
-Lo siento cuqui...-dije cogiéndola de la cintura.-¿Me perdonas?
-Dani... Sabes que aquí no podemos hacer esto... No me cojas...-me dijo quitándome suavemente la mano de su cintura.
Aii!-me quejé como un niño pequeño.-¿Por qué no...?
-Ya lo sabes. Y no te hagas de rogar. Después de comer ya tendremos un poco de tiempo...-me dijo en voz baja mirando hacia el otro lado para que nadie la escuchara.
-¿Me lo prometes?-le pregunté en el mismo tono.
-Si...-dijo y se fue andando por delante de mi hacia el comedor.

4 comentaris: