dimarts, 2 d’agost del 2011

Capítulo 37: Muchas ganas...

Aunque no pude estar con Anna, ese fin de semana se me pasó rápido ya que fui a Valencia porque tenía un bolo. Ver a tanta gente me hizo no pensar tanto en ella durante el día pero cuándo me iba a dormir era lo único en que pensaba. Recuerdo que en la primera noche le envié un mensaje: "Ya te hecho de menos." al minuto me contestó: "Yo también. Con ganas de verte...". Me alegró saber que ella también estaba pensando en mi. Me costó un poco dormirme pero al final lo conseguí. El domingo me pasó un poco más lento pero también lo llevé bien. Volví a Madrid por la noche y me dormí otra vez pensando en Anna. Qué ganas tenía de volver a verla y besarla y abrazarla...
Me levanté a las nueve. Me duché, desayuné y limpié un poco el piso que ya le tocaba. Al acabar, me fui al programa. Iba a entrar en mi camerino cuando Romina me saludó.
-¡Hola Dani! ¿Qué tal?-me dijo. Hacía días que no hablábamos.
-Ei Romi, muy bien. Un poco cansado ¿y tu?-le dije.
-Bien. Hace tiempo que no hablamos, ¿puedo entrar en tu camerino?.-me dijo. Vaya, ahora que me muero de ganas por estar con Anna... pensé. Entró, se sentó en el mini-sofá y yo en la silla. Me miró.
-Y bueno, cuéntame, ¿qué tal lo llevas con Lara?-me dijo. Ups... ¿ahora me tenía que hablar del tema...? No tenía ganas de explicarle nada...
-Bien, como siempre...-mentí. Creo que notó que fingía.
-¿Como siempre? Es que Moni se la encontró ayer y le dijo que ya no estabais juntos...-me dijo. Me quedé sin saber qué decirle. No sabía si Lara había dicho que la había dejado por otra o qué...
-¿Ah si? Pues, es verdad...-le dije sin ganas de hablar.
-Bueno, lo siento Dani... No sé cómo estás, supongo que no tendrás ganas de hablar del tema. Ya te dejo. ¡Hasta luego!-dijo mientras se iba con una sonrisa en la cara. Suerte que Romina es comprensiva y me entiende porque juro que ahora mismo no me veía con fuerzas de explicarle lo que pasó. Esperé unos cinco minutos en mi camerino y luego salí al pasillo. Miré a los lados para asegurarme de que no había nadie y entré en el camerino de mi Annita. Estaba girada mirando a la ventana y repasaba el guión. No me oyó. Caminé lentamente hacia ella para que no me oyera y cuando ya estaba cerca la agarré por detrás dándole un beso en el cuello. Al hacerlo gritó del susto y al verme se puso a reír.
-¿Pero quién te pensabas que era boba?-le dije aún riéndome.
-Jajaja ¡que me pillaste concentrada! ¡No te esperaba!-dijo ella también riéndose.
-¿No tenías ganas de verme?-le dije.
-Muchas, cariño.-me dijo seria y me abrazó con todas las ganas del mundo. Me besó y yo respondí. Mientras no estábamos besando efusivamente me puso las manos por debajo de mi camiseta y me empezó a acariciar la espalda. Yo le toqué el trasero y se lo acaricié. Se separó y me hizo una sonrisa pícara.
-Tengo muchas ganas de estar contigo...-le dije. Ella ya sabía a qué me refería.
-¿Si? Pues te tendrás que esperar un poco más...-dijo aún con la misma sonrisa.
-¿Por qué?-le dije como un niño pequeño.
-Para que tengas más ganas...-dijo seria.
-Qué mala eres...
-Me encanta ser mala.-dijo tentándome. Me iba a besar pero al estar a un centímetro de mis labios se separó. Y se fue aún riéndose y mirándome para que la siguiera. Si que le gusta ser mala... Hoy me va a costar contenerme, pensé.

1 comentari: