dimarts, 16 d’agost del 2011

Capítulo 75: La pura realidad

Me decidí a darle un beso. Me sentí algo raro. Se separó y me sonrió. Me cogió de la mano hasta llegar fuera de la discoteca.
-¿Quieres ir a mi casa? Está muy cerca de aquí...-me dijo aún sonriendo. Dani, quieres ir, quieres ir... me dije. Te ayudará a olvidar...
-Si...-contesté no muy seguro de mi mismo. Me cogió del brazo y estuvimos unos cinco minutos andando hasta llegar a su casa. Subimos al piso y fuimos a su habitación. Se sentó en la cama y me hizo un gesto para que me sentara a su lado. Una vez en la cama me empezó a besar. Yo me quería dejar llevar pero no podía del todo. Nos besamos y me empujó para quedar estirados. Seguíamos besándonos. Me quitó la camisa y yo hice lo mismo con la suya. Había bajado; me estaba besando el cuello. En ese momento, mirando al techo, no sé por qué, pero se me vino la imagen de Anna. Mi Anna... Y, de repente, me empecé a poner nervioso. La chica continuaba besándome el cuello, no me acuerdo ni de su nombre... Después, subió otra vez a mis labios pero yo no le devolvía los besos. No se preocupó y continuó con mi cuello...
-Oye...-le dije. No me hacía caso, continuaba besándome.-Para. Para, por favor.
Se separó un poco de mi y me miró a los ojos. Me sentí extraño. Era como si me entendiera, me comprendiera, con su mirada me lo dijo todo.
-Vale.-contestó y se tumbó a mi lado.
-Lo siento.-dije y no contestó. Y así, mirando al techo, cerré los ojos un momento y sin quererlo, me dormí.

Me despertó una olor a humo... ¿Dónde estoy? Abrí los dos ojos y me senté en la cama. Ah, ya me acordaba. La chica estaba sentada en los pies de la cama, fumando. Al oírme mover se giró hacia mi y me miró.
-¿Me he dormido?-le pregunté frunciendo el ceño.
-Si...-dijo.
-Joder, lo siento... De verdad, no era mi intención...
-Dani, no tienes por qué disculparte...
-¿Ah no?-le pregunté más extrañado aún.
-Claro que no. Sé por qué no te quisiste acostar conmigo.-dijo aún mirándome a los ojos. Estábamos en su habitación con la luz apagada. Entraba un poco de luz por la ventana abierta que ayudaba a que se fuera el humo.
-¿Qué dices? ¿Por qué?-le pregunté apoyando mi espalda en la pared.
-Mira Dani... a mi no tienes por qué mentirme. No tuviste valor de acostarte conmigo porque estabas pensando en Anna... estás muy enamorado de ella...-no me lo podía creer.
-¿Y tu cómo lo sabes?-le pregunté intrigado.
-La has mencionado en sueños, Dani.
-¿Enserio?
-Si. Pero por eso no te preocupes, no pasa nada. Lo que me preocupa es que te estás mintiendo a ti mismo. Te acabarás haciendo mucho daño si continuas así...
-¿A qué te refieres?-le pregunté sabiendo perfectamente a lo que se refería.
-Pues a que te engañas a ti mismo, haciéndote creer que Anna no te gusta, pero en realidad es todo el contrario, y lo sabes. No te comas más el coco y reconócelo.
-No es tan fácil, ¿sabes?...
-Pero tío, lucha por lo que quieres, ¿me oyes? Yo no conozco a Anna pero se la ve muy buena chica y te la mereces. Mira, tomátelo como quieras, pero si yo fuera tu, lucharía por ella. Hasta conseguirla. Las palabras que decías cuando estabas dormido... hasta me han emocionado. Nunca había conocido a un chico que sintiera tanto por una mujer. Aunque, viéndola a ella... no me extraña. Así que mi consejo es que lo hagas. Hazlo, sin pensar en nada más. La quieres, y no sabes la suerte que tiene ella de poder tenerte.-las palabras de esa chica me llegaron de verdad. Tenía razón y eso me ayudó a darme cuenta de lo que podía tener si quería. Me fui a casa, no sin antes darle las gracias por hacerme ver la pura realidad.

1 comentari:

  1. Ole ole y ole!! ole x la chiquilla!! hazle caso! dani x tu madre hazle caso!! jajaj esperando mas! (mañana!)

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