dilluns, 1 d’agost del 2011

Capítulo 32: Cómo decírselo

Al llegar a casa fui al baño para ponerme colonia. Al abrir el pequeño armario vi la colonia que me había regalado Lara por mi santo. Y pensé en ella por primera vez en el día. Lara no sabe nada de todo esto... y aún estoy saliendo con ella. No sé cómo se lo voy a decir... Sé que le haré mucho daño y la destrozaré por eso no quiero ni pensarlo... No sé si le he sido del todo infiel o no porque aún no me he acostado con Anna pero me he besado... bastante. Tengo que llamarla, pensé. Y la llamé.
-¡Hola cari!-me dijo nada más cogérmelo.
-Hola... Te quería preguntar si mañana por la tarde tienes algún plan.-le dije algo serio.
-Pues... no.-me dijo.
-Entonces, ¿podemos quedar?-le pregunté.
-Claro. Ven a mi casa a las seis. ¿Va bien?-me dijo.
-Perfecto. Hasta mañana Larita...-le dije y colgué. Creo que me notó algo seco pero no podía hacer como si no pasara nada. Me sentía fatal por tener que decirle que estaba enamorado de otra persona. Pero debía hacerlo... aunque me costara mucho. Al final no me puse colonia y me senté en la silla del balcón. Me puse las manos en la cabeza porque quería olvidarme de todo. Por otra parte debía decirle a Anna que aún no había cortado con Lara... no sé como se lo tomará... pensé. Bff... todo me pasa a mí. Pero esta vez me lo he buscado.
No tenía ganas de salir ni ver a mis amigos. Aún no los había visto des de esa noche en que me cabreé y me fui sin más. Había recibido muchos mensajes de ellos pidiéndome perdón pero no había contestado a ninguno. Ya hablaría con ellos en persona, como me gusta a mi.
Me pasé el resto de la tarde encerrado en casa, limpiando y escuchando música. Me duché, cené y me puse a ver la tele. Al rato, cogí el móvil y vi que tenía un nuevo mensaje. Era de Anna... Lo abrí y lo leí: "Tengo ganas de verte." Nada más leerlo se me puso cara de tonto y no podía parar de releerlo y sonreír. Le respondí con otro mensaje: "Yo también peque, te adoro." Continué viendo la tele y me fui a dormir. Estuve pensando en cómo contárselo a Lara pero le haría daño de todas las maneras así que para qué comerme tanto el coco... Luego pensé en Anna y en nuestros besos durante ese día hasta que me dormí.
La mañana siguiente, me desperté a las diez y media. Me vestí, desayuné y me fui al programa. Anna aún no había llegado, por variar. Saludé a todo el que me encontraba por el pasillo y entré en mi camerino. Me puse a leer el guión como siempre. Al cabo de 20 minutos Anna llamó a la puerta y entró.
-Dani...-me dijo en voz baja para que nadie la escuchara, aún tenía la puerta abierta.
-Cierra la puerta.-le dije con el mismo tono de voz. La cerró y vino corriendo hacia mi. Me abrazó y me besó. Yo le devolví el beso y me separé.
-No te separes...-me dijo con voz de niña pequeña. Me reí pero luego me puse serio.
-Annita... es que tengo que contarte algo.-le dije seriamente.
-¿Qué pasa?-dijo sonriendo y acercándose más a mi.
-Es Lara.-le dije siguiendo serio. Entonces se separó y me miró con seriedad.
-¿Qué pasa?-repitió. Esta vez sin sonreír.
-Pf... no sé cómo decírtelo. Pues que todavía salgo con ella y aún no le he hablado de ti...-dije con algo de miedo en mis palabras.
-¿Qué? ¿Cómo que...? Pero, ¿por qué?-me preguntó frunciendo el ceño.
-Por que des de que te besé por primera vez que aún no la he visto pero esta tarde hemos quedado...-le dije.
-Entonces, díselo esta tarde ¿vale?-me dijo igual de seria. Bff lo intentaré... pensé.

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