Capítulo 64: Mi culpa

Estaba sentado en el sofá. Aún pensando en Anna... suerte que ese día me propuse no pensar en ella, pero no pude... Tenía el móvil en la mano, acababa de arreglarme porque tenía que ir a casa de Rovira. La verdad es que en ese momento no tenía muchas ganas pero sabía que me convendría pasar una noche con mis amigos, mejor que estar solo en casa. Eran las 21:47 cuando salí de casa. Fui andando y a las 22:00 llegué. Entré y me recibieron todos con un aplauso... Me quedé con cara de no entender nada.

-¿Sois tontos...?-dije en plan coña.

-Jajaja un aplauso para tener a Anna tan pillada por ti! Hoy en el programa... anda que no lo hemos notado...-me dijeron. Genial, lo que me faltaba. Que ellos me hablasen de Anna.

-Jeje, gracias!-dije sin ganas. Fuimos a cenar a una pizzería y luego a una discoteca de Madrid. Me pasé la noche bebiendo. Ya iba un poco borracho y me lo estaba pasando bien. Mis amigos también estaban bebidos y no parábamos de reírnos por tonterías. Ya nos cansamos de la disco y nos fuimos a un pub. Bebimos un gin tonic mientras hablábamos de nuestras movidas. Ya no me acuerdo ni de qué estábamos hablando así que no os lo puedo contar... Salimos del pub y nos fuimos a casa andando. Por el camino nos encontramos con un grupo de gente que también acababa de salir de una discoteca. Nos saludaron y nosotros, como íbamos borrachos, nos paramos a hablar con ellos durante un rato. Entre ellos, había una chica que todo el rato me estaba mirando. Yo también la miré. Era alta, no muy delgada, y rubia. Esto último me mató. Al verle el color de pelo no pude resistirme y pensé en Anna. Me vine abajo en un segundo. No, no, no Dani, te lo estás pasando bien, estás con tus amigos, no pienses en eso... Pero ya era demasiado tarde.

-Dani, ¿qué pasa tío? Jajaja-me dijo uno de mis amigos pasándome el brazo por la espalda.-Tienes una cara de muerto... Jajaja

-Nada tío, déjame.-le contesté apartándome de él.

-¡Eh! Que no te he dicho nada eh...-dijo. De pronto noté que la chica se me estaba acercando.

-Hola, ¿te encuentras bien?-dijo al verme la cara. No podía mirarla, sabía que me iba a sentir fatal al vera de cerca así que me giré y me fui andando hacia casa.

-¡Martínez, ¿a dónde vas maricón!?-gritó David. No le contesté, ya estaba demasiado lejos y no tenía ganas de gritar. Seguí andando hasta llegar a casa. Cuando llegué, me quité la ropa hasta quedarme en calzoncillos y me tumbé a la cama hasta que me dormí. No lloré pero me sentía mal. Quería dormirme lo antes posible para no pensar más en Anna... y así lo hice.

El sábado me desperté muy tarde cuando alguien estaba llamando al timbre. ¿Quién puede ser? Lara no, porque supongo que aún seguirá cabreada conmigo por haberla dejado plantada, Anna tampoco puede ser, por mala suerte... Voy a abrir.

Abrí la puerta y me encontré a Dani Rovira mirándome de arriba a bajo. Ups... No me acordaba de que iba en calzoncillos. Al mirarme se puso a reír y me fui a vestirme. Volví al salón y estaba sentado en el sofá.

-¿Qué haces aquí?-le pregunté sentándome a su lado.

-¿Tu qué crees? Pues he venido para saber cómo estabas y qué coño te pasó ayer para irte de esa manera...-me dijo. Es verdad, ya no me acordaba de lo de ayer... Me fui sin decir nada.

-Bf...-dije frotándome los ojos.-no tengo ganas de hablar...

-Vamos, cuéntamelo, confía en mi.-me dijo Dani dándome una palmadita en la espalda.

-Pues que me rallé porque ayer le dije a Anna que os había contado que estábamos saliendo y se enfadó.-dije sin mirarle.

-¿Por qué?-me miró extrañado. Le expliqué que Anna no quería que nadie lo supiese, etc. Y al final lo entendió. Estuvimos hablando un rato más.

-Oye, no te quiero ver así eh tío.-me dijo al salir, en la puerta.

-Que estoy bien, sólo fue el momento.-mentí. Y se marchó. Fui a la cocina y comí porque aún no había almorzado. ¿Por qué siempre tiene que pasar algo? Con lo bien que estaba con Anna... Al fin y al cabo, ha sido mi culpa... por contárselo a mis amigos.